Prologue

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2006
Seúl, Corea del Sur.

Karina amaba absolutamente todo de Winter.

Y cuándo digo todo, amigos míos, me refiero a literalmente todo, TODO de ella.

Es que aún no podía creer que contaba con la novia más linda del universo, con el corazón más precioso de todos, con la más hermosa sonrisa, hermoso cuerpo, hermosos ojos... absolutamente todo de ella era hermoso.

Durante todo su tiempo de relación que mantenían, Karina había aprendido a conocer cada parte de Winter. Y cuando hablaba de cada parte, se refería a cada uno de los pensamientos de la menor; sus demonios y sus preocupaciones. Sin embargo, aún había algo que Karina no conocía, algo que se había muerto por ver y conocer todo este tiempo.

Su cuerpo.

En todo ese año de relación ninguna había querido dar "el siguiente paso". No se sentían seguras de hacerlo y no porque no quisieran, era más bien el miedo a hacerlo tan jóvenes.

Y es que ambas aún asistían al colegio. Karina estaba cerca de graduarse, ese era su último año en la escuela antes de ingresar a la universidad. Por otro lado, Winter es solo un año menor que ella, por lo que también está en solo un grado más bajo.

Ese era su último año juntas en la escuela, pero ambos aseguraron tener un fuerte amor a distancia en caso de que Karina asista a la universidad que su mamá tanto quiere que vaya.

O al menos eso era lo que ellas creían.

Para conmemorar el inicio de su relación, Winter decidió hacerle una gran sorpresa a Karina, quien curiosamente también había decidido sorprender a la menor. Luego de discutir entre cual restaurante era mejor cenar (porque sí, habían reservado dos lugares diferentes y al darse cuenta, ellos querían comer en el lugar que preparó el otro), decidieron que preferían más pasar su tiempo juntos en lugar de pelear por algo tan tonto y tierno a la vez.

Winter la invitó a su departamento, ya que por alguna razón ella aún no había podido poner un pie en el castillo de la más alta (como le gustaba llamarle a su mansión). Le dijo a Karina que pusiera la película que deseara en el televisor y se acomodara en el sofá mientras ella hacía ramen para las dos.

Algo muy simple, lo sé, pero ambas eran muy fanaticos del ramen y solían comerlo todo el tiempo.

Karina le obedeció en lo primero y puso una de sus películas favoritas de acción, pero después prefirió acompañar a Winter en la cocina incluso si no lo ayudaría a cocinar y solo iba a distraerlo.

Cuando llegó la hora de que el ramen se quedara unos segundos en agua, Karina aprovechó para situarse detrás de la rubia y abrazarla por la cintura mientras ella por incercia movía su cabeza a un lado para que la mayor pusiera la suya sobre su hombro. Una posición perfecta para la pareja perfecta.

Karina sonrío cuando notó su diferencia de altura, siempre le pareció muy tierna.

— Y... ¿que haremos con las reservaciones? Puede que para tí no sea nada pero a mi me costó varios turnos de noche en el supermercado. — Se quejó
Winter.

Aunque disfrutaba de pasar tiempo con Karina, una parte de ella se sentía muy mal por desperdiciar el dinero que con tanto esfuerzo y noches sin dormir había conseguido recolectar.

Tenía un trabajo de mediotiempo como cajera en el supermercado, y aunque a simple vista pareciera algo extraño que alguien como ella saliera con alguien tan adinerado cómo Karina, quién para empezar ni siquiera debe trabajar, a ellas simplemente no podía importarles menos.

Our Baby Haerin | Winrina Donde viven las historias. Descúbrelo ahora