Karina y Winter terminaron su
relación hace más de diez años y
su hija, Haerin, hace todo lo posible
por averiguar las razones.
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• Karina & Winter (Aespa)
• Cambio de nacionalidades.
• Adaptación, TODOS los créditos
a la autora @senko...
— ¿Crees que deberíamos ver a Giselle?— Preguntó Hanni una vez su maestro abandonó el salón de clases. Haerin y ella eran compañeras de asiento, por lo que no hizo falta hablar tan alto para que la contraria la escuchara.
— Sinceramente no creo que sea buena idea... — Respondió Yu. Conocía bien a Giselle a pesar de sus diferencias de edad y aunque sabía que era como una madre para ella, no podía evitar sentirse algo intimidada por hablar de algo que nunca antes había sido su principal tema de conversación.
— Haerin, ¿acaso crees que tu mami caerá del cielo o algo parecido? ¡Si quieres encontrarla debes hacer algo!
— ¡Lo sé pero...— La menor pasó las manos por su cara. Estaba frustrada. — Es solo que... Giselle unnie da miedo.
— ¿Miedo? ¿Le tienes miedo a Giselle?
— No esa clase de miedo... si le pregunto algo y ella se da cuenta de lo que sé, se lo dirá a mamá y a ella sí que le tengo miedo. — Dijo sincera.
Haerin y Karina realmente nunca hablaban de verdad. La mayor solamente le dirigía la palabra cuando se trataba de temas de su empresa.
Tambien solía hablarle cuando su maestra la suspendía de clases por "iniciar peleas" (como los demás solían llamarle a su forma de defender a Hanni de sus abusadores) y no necesariamente por el tiempo perdido en irla a recoger a la sala de detenciones (ya que no hacía eso), más bien, enviaba a alguien a buscar a Haerin y cuando esta regresaba a casa tenía que luchar contra la furia de su madre por no ser lo suficientemente madura a su edad.
— La convenceremos de
que no diga nada. — Trató de tranqulizar la más baja acariciando su mano. — Giselle es un buena chica. Tu y yo sabemos que no haría nada que podría llegar a lastimarte.
— Pero me ha ocultado esto por años...
— Bueno, sí. Pero si lo piensas mejor, este no es un tema que a ella le incumbe. Sí, es la mejor amiga de tu madre y trabaja para ella, pero aún así no tiene nada que ver con su vida privada. Tal vez ella sepa más que nosotras, pero no todos los hechos.
Haerin se quedó callada pensando en las palabras de su amiga. — ¿De verdad crees que sea buena idea? — Preguntó luego de suspirar.
— Estoy segura de que es nuestro único método por ahora.
Haerin terminó accediendo aún dudosa. De todas maneras no podría ser tan malo, ¿verdad?
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— ¡Shit, bro! ¿Por qué trajiste tantas cajas? ¡No recuerdo que tuvieras tantas cosas! — Se quejó la pelicorto, Shin Ryujin.
— Eso es porque nunca lo visitabas y preferías quedarte en tu casa jugando videojuegos. — Habló ahora An Yujin, quien levantaba una de las pesadas cajas que el camión de mudanza había dejado minutos atrás. Ambas amigas ayudaban a Minjeong a decorar su nuevo departamento. Aunque a una de ellas no le importaba del todo, se podría decir que se esforzaba más quejándose que ayudando en sí.
