Capitulo 63

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Aquel mediodía, después de estar rodeado por un grupo de batas blancas y sentir que le habían hecho cien experimentos, Dewitt finalmente salió del laboratorio. Antes de irse, el profesor Lin le repitió una y otra vez las advertencias.

Y todo esto se debió a que el grupo de expertos, tras analizar diversos datos, llegó a la conclusión de que Dewitt estaba a punto de avanzar de nivel.

La información sobre el quinto nivel en el Imperio era extremadamente escasa. Cuando las batas blancas llegaron a esta conclusión, sus caras brillaban de emoción.

A pesar de que Dewitt insistió firmemente en que no se quedaría en el instituto de investigación para ser observado, las batas blancas intentaron retenerlo con mucha insistencia. Finalmente, al ver que Dewitt no cedía, cambiaron la retención por repetir los experimentos una vez más, y luego, uno por uno, se despidieron con reticencia.

Viendo esta escena, Wen Jin no pudo evitar pensar que si no hubiera escuchado todo, habría pensado que estaban preocupados por el éxito del avance de Dewitt. Si no lo hubiera oído, podría haber sospechado que Dewitt llevaba un huevo de zorro en su vientre.

Después de mucho rato de andar con rodeos, finalmente vio a Dewitt ponerse la chaqueta. Al mismo tiempo, la puerta exterior se abrió, y Wen Jin inmediatamente saltó de la mesa y en pocos pasos llegó a la puerta. Le lanzó una mirada de reproche a Dewitt y luego avanzó por el pasillo por su cuenta.

Ahora mismo, no quería que Dewitt lo cargara. Antes, al intentar sin éxito tomar ventaja, acabó siendo sujetado en su regazo durante veinte minutos hasta que sintió que la carne debajo de su abdomen se ablandaba.

Recordar esa experiencia tan humillante hacía que Wen Jin rechinara los dientes, y más decidido que nunca, levantó sus pequeñas patas y salió corriendo, sin mirar atrás.

La escena era muy novedosa.

Hay que saber que, en este tiempo, Dewitt había estado yendo y viniendo del instituto de investigación con mucha frecuencia. Todos estaban acostumbrados a ver al pequeño zorro blanco en sus brazos día y noche. Incluso habían comentado en secreto que las cuatro patas gordas del zorro parecían estar de adorno, ya que casi nunca se le veía caminar.

Pero en este momento, por primera vez en tanto tiempo, la gente del instituto de investigación vio a Wen Jin caminando solo, sin el severo mariscal de hierro siguiéndolo.

Wen Jin, bien cuidado y de aspecto brillante, ya era adorable de por sí, y con todo lo que se decía sobre él, ahora era una bestia demoníaca bastante famosa. Aunque los rumores sobre él eran aterradores, la vista de esa encantadora criaturita hacía que todos sintieran ganas de acariciarlo.

Sin embargo, antes de que pudieran actuar, apareció detrás de él el temido Dewitt, recogiendo a Wen Jin como una ráfaga de viento y llevándoselo rápidamente fuera del instituto y hacia el coche.

"¡Che!" Wen Jin reaccionó justo cuando Dewitt estaba cerrando la puerta del coche. "¿A dónde vas ahora?"

Aún era de día, y Wen Jin, basándose en sus instintos cultivados durante este tiempo, sabía que Dewitt no estaba regresando a casa.

Estaba ocupado todo el día, sin un momento de descanso. Para alguien que estaba a punto de ascender, en el continente primordial, las bestias demoníacas no ascendían tan casualmente. Wen Jin frunció el ceño. "En tiempos especiales, ¿no podrías descansar un poco más?"

Era un tema digno de discutir, y esperaba que pudieran hablar de ello para olvidar la incomodidad que sentía por haber estado atrapado en el regazo de Dewitt durante más de veinte minutos.

Sin embargo, subestimó la capacidad de Dewitt para ajustar cuentas.

"Voy al cuartel y luego regreso a casa." Dewitt tocó la frente de Wen Jin, respondiendo su pregunta de manera concisa antes de cambiar rápidamente de tema. "¿Dónde aprendiste ese truco de antes?"

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