EMSF

Capitulo 92

La temperatura fresca envolvía el dedo que tocaba la frente de Dewitt. Como un manantial de agua clara, lavó y arrancó todas las distracciones y pensamientos dispersos, dejando a Dewitt mirando a la persona frente a él con asombro.

Aunque la piedra de energía de fuego estaba firmemente en su mano y el núcleo de energía en su abdomen absorbía automáticamente la energía, las llamas a su alrededor se estaban desvaneciendo cada vez más.

"¿Eres tonto?" Los ojos oscuros de Wen Jin estaban completamente enfocados en la persona frente a él.

Estaba bastante desaliñado.

Aunque lo que había enfrentado era solo un hechizo de encanto, el agotamiento físico y energético era real. La energía liberada para crear las paredes de fuego y las huellas de sus idas y venidas estaban claramente grabadas en la memoria del pasillo.

De cualquier manera que se mirara, era una acción muy tonta.

Wen Jin estaba enojado al principio.

Según los archivos que Dewitt le había dado, Wen Jin había deducido que Dewitt pensaba que él se convertiría en un obstáculo para su regreso al Gran Desierto, temiendo que abandonara todo en Asiria por el Gran Desierto. Por eso, antes de la misión, Dewitt le había dicho muchas cosas, como si se estuvieran despidiendo para siempre.

Para Wen Jin, esta deducción era una señal de desconfianza. Se consideraba a sí mismo muy bueno con su pequeña cola, dedicándose completamente a él, y no entendía por qué Dewitt lo malinterpretaría de esa manera por esos archivos.

No podía abandonar a Dewitt; él era su amante, y cuando un zorro ama, es responsable. No era un cobarde que cambiaría a su ser querido por algo más.

Sin embargo, este enojo se desvaneció cuando Dewitt despertó del hechizo de encanto y reconoció a Wen Jin, sus ojos feroces y la energía que lo rodeaba se disiparon instantáneamente.

Al ver claramente el contorno de la persona frente a él, una chispa brilló en los ojos de Dewitt. Dio un paso adelante y extendió las manos, como si quisiera abrazar a Wen Jin, pero al dar el paso, recordó que no era el momento ni el lugar adecuados y se detuvo en seco.

Wen Jin, captando el lenguaje corporal, entrecerró los ojos y se lamió los labios.

"¿Desaparecieron? ¿Todo desapareció?" Se escuchó una exclamación asombrada detrás de ellos.

"¿Qué está pasando aquí...?"

"¿Cómo... cómo desaparecieron todos? Estaban aquí hace un momento, y mi herida... ¿Dónde está?"

"Mariscal, ¿Qué está pasando?" La voz de Dadao estaba llena de confusión.

Sus mentes no podían comprender lo que sucedía. Las bestias contratadas, aterradoras en su cantidad, se habían desvanecido ante sus ojos en un abrir y cerrar de ojos.

No solo habían desaparecido las bestias, sino también las heridas que habían estado sangrando sin cesar. Sus ropas no mostraban ni un rasguño.

El entumecimiento llenó sus mentes mientras observaban el entorno transformado.

No había bestias contratadas ni el olor a sangre. Si no fuera por los pequeños puntos de luz restantes de las paredes de fuego, habrían pensado que estaban en un sueño interminable.

Con los recuerdos del ataque de las bestias todavía frescos, era difícil distinguir la realidad de la ilusión.

Dewitt se detuvo y, en lugar de mirar a Wen Jin, observó el oscuro pasillo a su alrededor y las marcas de quemaduras en el suelo, evaluando la situación. Después de un rato, se volvió hacia los demás, "Fueron los Yuta."