5

93 6 0
                                    

*VALENTINA*

Miraba a mi esposa, estaba hermosa como siempre lo es, estamos en el jardín, ella estaba sentada, y yo practicando con mi espada, al terminar me acerque a ella, me senté a su lado, me sirvieron jugo se naranja.

- tu coronación es mañana¿Cómo te sientes cariño? - le pregunté volteando a mirar.

- la verdad muy nerviosa - me dió una sonrisa, una sonrisa hermosa.

- es normal no te preocupes....
Y, ya pensaste sobre nuestra luna de miel.

Intente buscar su mirada, pero se que estaba evitando mi mirada, y yo parecía una completa pervertida al mirar su sexy cuerpo por horas, mientras me remojaba mis labios con mi lengua.

- se supone que tenía que ser aquella noche de nuestro casamiento, pero te di chance para que te preparas ¿No Crees que ya es tiempo?.

- si - susurro - so-solo dame hasta la coronación en la anochecer.

Podía ver su nerviosismo, y podía entenderla, yo iba a ser su primera vez y eso me encanta.

- esta bien, tienes hasta mañana a la anochecer - me pare - vamos a comer.

Entramos al palacio, y fuimos al comedor espere a mi madre para poder comer, a penas llegó, nos pusimos a comer todos en silencio.

Mi madre me había dicho una idea, que claramente no iba a dejar pasar, y eso es bueno, por qué si Alana iba a ser emperatriz de mi imperio, ella tenia que saber como se llegan las cosas asi que:

- Alana cariño - llame su atención - te daré uno de mis tantos reinos, para que seas la reina, y sepas cómo vas a gobernar un imperio.

Si cara estaba sorprendida.

- q-que yo no....no se gobernar un reino - parece que iba a entrar en pánico.

- pues tienes que aprender si vas a gobernar todo un imperio a mi lado, te llegarás a alguien para que te enseñe, cada paso del reino, solo tienes que firmar unos papeles que tengo, y ese reino será todo tuyo, ellos necesitan un rey y yo le daré una reina.

- no....no se que decir - Alana miro a mi madre, la cuál seguía comiendo, pero con una sonrisa - p-pero tu también me puedes enseñar algunas cosas....por favor.

Dios como mee puedo negar a esos hermosos ojos cuando me mira así.

- está bien, pero termina de comer.

Desde lejos se podía ver lo nerviosa que estaba, hablé con mi madre sobre la coronación de mañana, y que todo está listo y no me preocupara.

La tarde llego, y salí un poco al jardín, estaba sola, mi madre llegó a mi lado luego de unos minutos, nos acercamos a un banco, que daba la vista al pueblo lleno de luces, ya teníamos mucho edificios grandes, bibliotecas, restaurantes, ect.

A la mañana siguiente, ya podía escuchar mucho ruido afuera de la habitación, sentía un peso en mi hombro izquierdo, mire y ay estaba Alana, estaba muy relajada y hermosa como siempre sus ojos estábamos relajados sus hermosas pestañas, su nariz y mejillas sonrojadas.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 18 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

LA EMPERATRIZ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora