Continuación de Salvando a Blitzø.
Han pasado seis meses desde que Blitzø estuvo secuestrado y sufriera horrores que lo han dejado como un despojo de su antiguo yo. Su estado mental y emocional se ha deteriorado al verse obligado a recordar sus peca...
Octavia dio un respingo al oír a Loona y a Stolas prácticamente gritar al unísono cuando Reginald les informó lo que había sucedido con Blitzø y Moxxie. El mayordomo jefe, a su favor, se mantuvo tranquilo y sereno a pesar de las miradas que estaba recibiendo de ambos, luego carraspeando.
―Blitz y Moxxie se marcharon en la furgoneta de I.M.P. Van al Círculo de la Ira a buscar a la esposa de Moxxie y traerla de vuelta. O eso fue lo que insistió Blitz, basado en lo que me dijo antes de que se fueran.
― ¿Va a hacer eso mientras el hermano terrorista de Moxxie sigue por ahí fuera buscando matarlo?―gimió Loona, dándose un facepalm.―. ¿Por qué todo el tiempo mi papá actúa como un idiota? ¡Ni siquiera está mentalmente bien cómo para defenderse!
―Me sorprende que de por sí Moxxie dejara que Blitz lo arrastrara fuera de aquí.―señaló Octavia al recordar el lamentable estado de la antigua bio-arma durante estos últimos días después de que Millie se fuera.―. ...Por otra parte, ya sabemos cómo es Blitz.
―Pues él parecía muy decidido a irse, tal como el mismo Blitz.―respondió Reginald.
― ...Él sabe que soy uno de los usuarios de magia más poderosos de los Nueve Círculos, ¿verdad?― refunfuñó Stolas poniendo los ojos en blanco.―. Podría haber abierto fácilmente un portal hacia esa casa.
―Ya conoces a mi papá.―Loona suspiró pesadamente.―. Una vez que se propone algo, se concentra tanto en ello que ignora todo lo demás.
― ¿Entonces deberíamos hacer algo?―preguntó Rachmiel con expresión preocupada.
Stolas sacó su teléfono y empezó a escribir.―Le dejaré un mensaje a Blitzy para que sepa que cuando estén listos para regresar, sólo tiene que avisarme y los traeré a casa. Sólo espero que no les pase nada en la autopista mientras van hacia allí.
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― ¿...Conociendo a papá? Él será la más peligrosa amenaza tan solo con su forma de conducir.― señaló Loona antes de salir de la habitación con Octavia a cuestas.
Una vez que se quedaron los tres solos, Stolas decidió poner un pequeño resguardo privado y se volvió hacia un confundido Rachmiel.
―Bueno, ya que también estás en la habitación, quizá deba hacerte saber que tus servicios son requeridos en otro lugar aparte de mi morada.
― ¿Me necesitan en casa?―preguntó Rachmiel con sorpresa.
Stolas sacudió la cabeza.―No, más bien hay otro lugar en el Infierno en el que he accedido a ayudar según mi acuerdo con Metatrón... ¿Qué sabes de la princesa Charlie y su proyecto del Hazbin Hotel?
―Muy poco.―respondió Rachmiel frotándose la cabeza.―. Sé que ha sido una gran partidaria de intentar acabar con los Exterminios desde hace mucho tiempo, y que la mayoría no la toma en serio. Su hotel es una especie de programa de redención, ¿cierto?
