Continuación de Salvando a Blitzø.
Han pasado seis meses desde que Blitzø estuvo secuestrado y sufriera horrores que lo han dejado como un despojo de su antiguo yo. Su estado mental y emocional se ha deteriorado al verse obligado a recordar sus peca...
FADC-131524240905 no sabía si su apariencia de estar nervioso era auténtica o si formaba parte de su excelente actuación debido a las lecciones que le había dado su hermano mayor, ACDI-080118120525. Recordándose a sí mismo que por el momento no podía llamarse por su verdadero nombre, "Moxxie" se recostó en el asiento del taxi que lo llevaría a su nueva escuela, la Academia Musical Sirenis para Alumnos Superdotados.
Una escuela fundada en general para los niños de clase alta y media alta del Infierno. Sin embargo, también abría sus puertas a las clases más bajas si demostraban que tenían talento. Sólo recientemente, en los últimos años permitieron que los diablillos se convirtieran en estudiantes como parte de un esfuerzo por "unir los lazos rotos entre los diablillos y las otras razas del Infierno."
Moxxie resopló.
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Mentira. Sólo un truco publicitario. A nadie le importan los diablillos.
Aún así, era un blanco perfecto para el E.R.D. Y a pasar por sus esfuerzos de caridad era la mejor manera. Dado que Moxxie tenía el mejor talento musical gracias a su afición a tocar la guitarra, había sido elegido a pesar de que su papel diseñado era el de francotirador.
La misión era a largo plazo pero sencilla: Madre y Padre querían ver cuántos niños iban a esa escuela y cuán importantes eran antes de llevar a cabo cualquier acción en contra. Lo más probable es que fueran unos cuantos asesinatos, hackeos de cuentas, estallar edificios o cometer algunos secuestros para pedir rescate antes de matar a los niños al final... Era lo que habían hecho en el pasado, así que ¿por qué iba a ser diferente?
Moxxie supuso que era un poco triste que los niños sufrieran por los pecados de sus padres, pero ello les habían dejado claro que para cambiar las cosas en el Infierno, tenían que atacar a la siguiente generación... Habían vivido lo suficiente para ver que cada generación de nuevos demonios siempre resultaba en lo mismo: diablillos mangoneados y tratados como esclavos sin tener la decencia de ser tratados como seres vivos.
Y Madre y Padre siempre tenían razón.
Siempre.
El taxi se detuvo y Moxxie miró por la ventanilla para ver la escuela en todo su esplendor. Se parecía más a una universidad a pesar de admitir a cualquier persona de entre los diez y dieciocho años. El campus tenía cuatro áreas principales con múltiples edificios diseñados para los diversos talentos musicales que uno quisiera perfeccionar; No todo se basaba en los instrumentos. La música incluía numerosas habilidades, como cantar, dirigir, escribir letras y notas, historia y teoría musical, e incluso la mezcla de sonidos se estaba convirtiendo en algo habitual. Hasta la magia tenía hechizos musicales que se podían utilizar con algunos músicos y cantantes capaces de convertirse en bardos con poderes místicos. No importaba el tipo de música: Clásica, Teatro, Rock and Roll, Jazz, Blues, Rap, Pop, R&B, Folk, o más. Mientras tuviera melodía, valía.
