Continuación de Salvando a Blitzø.
Han pasado seis meses desde que Blitzø estuvo secuestrado y sufriera horrores que lo han dejado como un despojo de su antiguo yo. Su estado mental y emocional se ha deteriorado al verse obligado a recordar sus peca...
Lo primero que hizo Blitzø al abrir completamente los ojos fue gritar.
Más que nada porque estaba cayendo hacia un pozo de oscuridad donde le esperaba un fondo muy sólido al final.
―¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHH!!―gritaba Blitzø de puro terror hasta el punto de casi orinarse encima. Cerró los ojos justo cuando estaba a unos metros del impacto hasta que sintió que algo le agarró de los calzoncillos y lo volvió a levantar de un tirón. Sintiéndose colgado, abrió lentamente los ojos y vio que estaba flotando en el aire. Al girar la cabeza hacia arriba, vio a un sudoroso y avergonzado Rachimel, quien lo sostenía... No hace falta decir que Blitzø no estaba contento. ―. ¡¿PERO QUÉ MIERDA...?!
― ¡Lo siento, lo siento! ¡Olvidé que no tenías alas! ¡Es que lo probé con otros ángeles cuando lo aprendí! ¡Olvidé que no todos los demonios pueden volar! ¡Lo siento mucho!―se disculpó Rachimel atropelladamente, flotando hacia abajo y dejando que Blitzø aterrizara sobre sus dos pies.
Recuperando el aliento, Blitzø tomó unas cuantas bocanadas de aire antes de gruñirle al ángel:― ¡Gran comienzo, Doc! ¡Gracias por casi matarme!
―No habrías muerto.―le señaló Rachimel aterrizando junto a Blitzø con una sonrisa nerviosa. ―. Nada en tu alma puede matarte a menos que tú lo desees. Sólo te habrías despertado con la madre de todos los dolores de cabeza.
Blitzø estuvo a punto de volver a gritarle hasta que asimiló la visión donde estaba. ―Esto... ¿Esto es mi alma?
Los ojos de Blitzø se abrieron de par en par cuando miró a su alrededor y pensó que estaba en el espacio. Su alma era tan negra como la noche cualquier dirección que mirase, con susurros de aurora roja y púrpura que se mezclaban como gases cósmicos en una nebulosa. Orbes brillantes de varios colores flotaban alrededor, moviéndose en múltiples direcciones como si fueran satélites o estrellas en movimiento infinito. La plataforma era de piedra gris pura que se extendía por varios caminos que se adentraban en la oscuridad. "Tengo que admitir que no esperaba que mi alma se viera así." pensó.
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― ¡Sip! No es tan diferente en comparación con el interior de la mayoría de las almas.―replicó Rachimel con una sonrisa de alivio, mirando a su alrededor. ―. Hasta ahora, todo parece estar bien. De hecho, hemos entrado en tu centro con mucha más facilidad de lo que esperaba. Plataforma estable. Acceso a los recuerdos. Tu conciencia interior es amplia y vacía...
― ¿Es una broma sobre que soy estúpido?―inquirió Blitzø.
―No, significa que hay mucho con lo que trabajar. Si tu alma estuviera abarrotada, se debería a otros factores, pero ahora no son importantes.―respondió Rachimel, dando una palmada. ―. Entonces, ¿alguna pregunta?
―Sí, ¿siempre va lucir así? Porque ahora nada parece estar mal con mi alma.―respondió Blitzø, extendiendo su brazo alrededor: En su mayor parte todo parecía estar tranquilo.
