Era la noche del tercer día de nuestro examen en una isla deshabitada.
Cuando todos estaban dormidos, me escabulli sigilosamente para no despertar a nadie y fui a la tienda de campaña de cierta mujer.
Kiyotaka: Sae, ¿Estás despierta?
Sae: Si, entra.
Entré asegurándome de no hacer ruido.
Sae: Te estaba esperando, Kiyotaka.
Miré a Sae, quién me estaba sonriendo, llevaba puesto una camiseta blanca y un pantalón de chándal, igual al que llevamos los estudiantes.
Esta mujer es mi maestra, pero también es mi novia, aún recuerdo el primer día de clases, cuando entró al salón, nos miramos a los ojos y pude sentir una corriente eléctrica recorrer mi cuerpo.
Mientras ella nos daba instrucciones, noté que me miraba de vez en cuando.
Esta rutina siguió durante las primeras dos semanas, hasta que decidí hablar con ella al respecto.
Al parecer ella también sintió la misma corriente eléctrica cuando me miró y admitió que estaba interesada en mi.
Le dije que me sentía de la misma manera y que quería estar en una relación con ella.
Se mostraba reacia debido a que estaríamos rompiendo las reglas de la escuela, ya que está prohibido que un maestro y un estudiante estuvieran en una relación amorosa.
Al final logré convencerla de estar en una relación secreta, siempre y cuando no nos descubran podemos estar juntos.
Los días siguientes nos reunimos a escondidas y nos divertíamos juntos, y seguimos así hasta el día de hoy.
Kiyotaka: Estaba esperando este momento desde el primer día.
Era verdad, no habíamos podido reunirnos debido a este examen.
Sae: Estoy un poco molesta, ¿Sabes?
Kiyotaka: ¿Por qué?
Sae: Cuando trajiste el maíz, noté que muchas chicas estaban mirando tu cuerpo.
Ella se refería al momento en el que traje maíz con Sakura, cómo no llevaba mi camiseta puesta ya que la usé para cargar más maíz, parece que llamé la atención de las chicas de mi clase.
Y al parecer eso la molestó.
Kiyotaka: No podía hacer nada al respecto.
Sae: Lo sé, pero aún así no me agrada, soy la única que puede admirar tu cuerpo.
Dijo mientras me miraba a los ojos.
Kiyotaka: Lo entiendo, voy a intentar evitar ese tipo de situaciones.
Después de decir eso, Sae me dió un beso rápido en los labios.
Sae: Es por eso que te amo.
Kiyotaka: Yo también te amo, Sae.
Me incliné hacia ella y empecé a besarla con más intensidad.
Sae: ¡Mmm~!❤️
Unos segundos después, separamos nuestros labios y nos miramos a los ojos.
Sae: Kiyotaka, siento que hace calor, ¿Por qué no te quitas la camiseta?
Me dijo con una sonrisa pícara.
Sin dudarlo me quité mi camiseta y dejé mi torso expuesto.
Sae me miró e inmediatamente pasó sus manos por mi abdomen.