Unos minutos después, a pesar de que había dicho que no podría ir, apareció San por la puerta de la habitación.
- Al final he sacado tiempo para venir a verte. Espero que te repongas muy pronto.- le dijo sentándose a su lado, con una expresión arrepentimiento.- Me siento fatal por lo que ocurrió.
- Lo sé, pero no fue culpa tuya. No debí salir del coche.- respondió ella suavemente.- ¿Cómo te han ido los exámenes que has tenido ya?.
Él se encogió de hombros.
- Espero que no demasiado mal.- respondió.- No he podido concentrarme. Estaba preocupado por ti.
- No te preocupes, me estoy recuperando, y dentro de unos días solo habrá quedado en un susto.
Él asintió con la cabeza y se reclinó en el asiento.
- Tu madre me ha dicho que Mingi está muy pendiente de ti.- le dijo de pronto, observando el rostro de Helena con atención para ver su reacción.
Tal y como esperaba, ella se sonrojó y apartó la mirada
- Si.- musitó.
- No tienes por qué avergonzarte. Siempre he sabido lo que sentías por él. Lo nuestro nunca funcionará. No puedes casarte conmigo cuando estás enamorada de otro.
- Supongo, que no.- admitió ella.
- Antes de que todo este embrollo ocurriera, éramos amigos.- le dijo San.- Y a mi me gustabas como eras: impulsiva, risueña, burbujeante... No me gusta la mujer apagada y amargada en que te he convertido.
- Pero San, tú no...- trató de protestar ella.
Pero el joven levantó una mano para rogarle que lo dejara terminar.
- Bueno, la actitud de Mingi también te empujó a ello, pero nuestro compromiso no ha hecho sino empeorar las cosas. Quiero que volvamos a ser simplemente amigos.- le dijo mirándola a los ojos.- Además no creo que esté preparado para el matrimonio, si estuviera enamorado de ti no habría seguido saliendo otras mujeres, y si tú estuvieras enamorada de mí, no me lo habrias aguantado, te habrías puesto furiosa.
Helena no podia negar nada de aquello. Flexionó las piernas y entrelazó las manos sobre las rodillas.
Es verdad...
- Y para rematar, hace un rato me he encontrado en el pasillo con Mingi, y me ha dicho que no va a permitir que me case contigo.- añadió San con una sonrisa divertida.
Helena lo miró boquiabierta.- ¿Cómo se atreve? ¡No tiene derecho a...!
- Me temo que él cree que si lo tiene.- repuso el joven, pero puedes probar a discutirlo con él.
- Es ridículo. Lo único que siente por mí es lástima.- contestó ella, resoplando y bajando la vista a sus delicadas manos.- En cuanto salga del hospital se pasará las noches ideando formas de alejarme igual que antes.
San no creía que eso fuera a suceder, pero no dijo nada.
°°°
Mingi había ido a su casa a cambiarse de ropa, furioso por su encuentro con San en el pasillo del hospital justo cuando él salía.
Le había advertido que no iba a permitir que se quedase con Helena sin pelear por ella, pero temía que fuese demasiado tarde.
Sabía que la joven lo amaba a él, y no al estudiante de medicina, pero la había tratado con tanta crueldad que estaba seguro de que sería capaz de casarse con San solo para despecharlo.
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Perfecta Para Él // 《SONG MINGI》
FanfictionTras su gran estatura y sus anchos hombros, Song MinGi escondía un corazón vulnerable. Por eso siempre había evitado a las mujeres. Aún que no podía dejar de pensar en su vecina. Pues se decía, que ella era demasiado joven para él. Helena también se...