part 24

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Unos minutos después, a pesar de que había dicho que no podría ir, apareció San por la puerta de la habitación.

- Al final he sacado tiempo para venir a verte. Espero que te repongas muy pronto.- le dijo sentándose a su lado, con una expresión arrepentimiento.- Me siento fatal por lo que ocurrió.

- Lo sé, pero no fue culpa tuya. No debí salir del coche.- respondió ella suavemente.- ¿Cómo te han ido los exámenes que has tenido ya?.

Él se encogió de hombros.

- Espero que no demasiado mal.- respondió.- No he podido concentrarme. Estaba preocupado por ti.

- No te preocupes, me estoy recuperando, y dentro de unos días solo habrá quedado en un susto.

Él asintió con la cabeza y se reclinó en el asiento.

- Tu madre me ha dicho que Mingi está muy pendiente de ti.- le dijo de pronto, observando el rostro de Helena con atención para ver su reacción.

Tal y como esperaba, ella se sonrojó y apartó la mirada

- Si.- musitó.

- No tienes por qué avergonzarte. Siempre he sabido lo que sentías por él. Lo nuestro nunca funcionará. No puedes casarte conmigo cuando estás enamorada de otro.

- Supongo, que no.- admitió ella.

- Antes de que todo este embrollo ocurriera, éramos amigos.- le dijo San.- Y a mi me gustabas como eras: impulsiva, risueña, burbujeante... No me gusta la mujer apagada y amargada en que te he convertido.

- Pero San, tú no...- trató de protestar ella.

Pero el joven levantó una mano para rogarle que lo dejara terminar.

- Bueno, la actitud de Mingi también te empujó a ello, pero nuestro compromiso no ha hecho sino empeorar las cosas. Quiero que volvamos a ser simplemente amigos.- le dijo mirándola a los ojos.- Además no creo que esté preparado para el matrimonio, si estuviera enamorado de ti no habría seguido saliendo otras mujeres, y si tú estuvieras enamorada de mí, no me lo habrias aguantado, te habrías puesto furiosa.

Helena no podia negar nada de aquello. Flexionó las piernas y entrelazó las manos sobre las rodillas.

Es verdad...

- Y para rematar, hace un rato me he encontrado en el pasillo con Mingi, y me ha dicho que no va a permitir que me case contigo.- añadió San con una sonrisa divertida.

Helena lo miró boquiabierta.- ¿Cómo se atreve? ¡No tiene derecho a...!

- Me temo que él cree que si lo tiene.- repuso el joven, pero puedes probar a discutirlo con él.

- Es ridículo. Lo único que siente por mí es lástima.- contestó ella, resoplando y bajando la vista a sus delicadas manos.- En cuanto salga del hospital se pasará las noches ideando formas de alejarme igual que antes.

San no creía que eso fuera a suceder, pero no dijo nada.



°°°


Mingi había ido a su casa a cambiarse de ropa, furioso por su encuentro con San en el pasillo del hospital justo cuando él salía.

Le había advertido que no iba a permitir que se quedase con Helena sin pelear por ella, pero temía que fuese demasiado tarde.

Sabía que la joven lo amaba a él, y no al estudiante de medicina, pero la había tratado con tanta crueldad que estaba seguro de que sería capaz de casarse con San solo para despecharlo.

Perfecta Para Él // 《SONG MINGI》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora