III

163 11 0
                                    

Maldita Lady Dambury, ¿en qué momento se me ocurrió adoptarla?

No tengo buen ojo como mis padres.

Se me ha escapado como cuatro veces esta semana.

Un mensaje en mi móvil me hizo sacar la cabeza de debajo de mi cama.

Marc: te has tomado muy enserió lo de ignorar a tu amigo.

De no ser porque mi gata estaba desaparecida, le abría contestado.

A quien engaño, he fingido que no me visto los mensajes desde ayer.

Sí, soy gilipollas.

Soy plenamente consiente.

Y no me arrepiento.

-Ya apareció, ¿O llamo a la policía? – preguntaron Abby y Grace entrando a mi cuarto. La primera tenía una sonrisa amplia al verme nerviosa.

-Entonces.. – sonrió con inocencia- ¿Cómo te fue el otro día?

-¿Qué?

-Tu búsqueda de Lady Dambury- contesto sarcásticamente – obvio tu cita de estudio con Marc.

-No fue una cita.

-¿Entonces que fue? ¿Intercambio de ideas de napoleón? – Grace alzo una ceja y se sentó en mi cama al igual que Abby.

-Bueno…. Un café de conocidos, quizás amigos.

Abby soltó lo que a la vista fue una risa para nada disimulada. De hecho se apoyó en el hombro de Grace para reírse, la castaña tampoco se quedó atrás y les lancé una almohada a cara.

-¿Os dejarías de reír y ayudarme a buscar a Lady Dambury?

-Espera…. Necesito recuperar el pulmón- Abby se golpeó el pecho.

-Jamás me habían dicho una mentira tan bien hecha-  agregó Grace – Excepto Abby.

-Oye – se quejó mi amiga -  pero si estuvo bueno el chiste

-Os juro que nuestra amistad está más delgada que un hilo dental en este momento.

-¿Reunión de estudio? – negaron con la cabeza- Valentina, yo te amo. Pero eso ni tú te la crees.

-Oh, dejadme en paz – puse los ojos en blanco – mejor ayudadme buscar a Lady Danbury.

-Ah, está con el gato del vecino – me dice Abby muy tranquila mientras se limaba las uñas

-Yo que tu corro o serás abuela pronto.

Salí corriendo escalera abajo para poder ir a buscar a mi gata que estaba muy feliz con el gato de mi vecino

Genial, hasta mi gata tiene más vida amorosa.

-La próxima vez que te escapes te juro que…

-Hola.

Deje de reprender a mi gata y me gire hacia el chico que se había acercado, ¿pero qué coño?

No me esforcé en poner cara amable, pero las chicas habían llegado a ver el cotilleo

-Hola – Saluda Grace, con una amabilidad poco visto en ella

-Siento si romeo te ha traído problemas….

Le mire confundida, y mire al gato plomo en sus brazos. Al final me percaté que era mi vecino.

-No te preocupes, mi gata jamás me hace caso.

-Como tú a tus padr…- le di un codazo a Abby y esta suelta un jadeo de sorpresa.

-Pues en algo se parecen, Romeo creo que su especialidad es ignorarme

El arte de mirarnos // Marc Guiu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora