Sinopsis

395 29 0
                                    


Jeongyeon le pasó las llaves de su casa a Mina.

—Y recuerda Mina, Chaeyoung tiene prohibidas las salidas, la televisión o el computador por un mes.—Le dijo Jeong, mientras se subía al auto junto con Nayeon, su esposa.

—No te preocupes Jeong, yo cuidaré de ella.—Y de que forma, pensó.

—Gracias, de verdad muchas gracias por cuidar a Chaeyoung por nosotros, no se que haríamos sin ti Mina.—Dijo Nayeon a su lado.—Espero que no te aburra estar mucho tiempo con ella.—río.

Mina se unió a sus risas. "Si tan solo supieras las cosas que tengo pensado hacer con ella".

—¡Adiós, disfruten mucho de sus vacaciones!—Se despidió Mina mientras agitaba su mano en el aire.

Cuando por fin los vio desaparecer se giró y entró a la casa. Sonrió perversamente cuando la vio ahí sentada en el sillón viendo televisión a la mujer que sus ojos tanto ansiaban ver.

—¿Ya se fueron mamá Nayeon y mamá Jeong?—Preguntó Chaeyoung en cuantó noto su presencia.

—Si.—Ganándose a un lado de ella y quitandole el control remoto y consecuentemente apagando el televisor.

—¡Hey!

—Te recuerdo que estas castigada Chaeyoung, y mientras tus mamás no estén, estás bajo mi responsabilidad.—Dios, como le gustaba la sensación de esas palabras al salir de su boca.

—Pero tía Mina... si quieres podemos hacer un trato.—Menciono inocentemente.—¿Que te parece?

Mina alzó una ceja interesada en la propuesta de su sobrina.—¿Que clase de trato?

—No lo sé, uhm... podría ayudarte en lo que tú quieras a cambio de que me dejes ver televisión ¿te parece?

Mina suspiró pesadamente. Ella podía ayudarla con muchas cosas y en muchas maneras. Sacudió su cabeza ante los pensamientos lujuriosos que se formaban en su mente.

—Esta bien.—Sonrío—Acepto tú propuesta.

—Muy bien, estupendo...entonces ¿qué quieres que haga?

Mina miró descaradamente su escote, el cual dejaba ver la curva de sus pechos. Madre mía, había fantaseado tanto con esos pechos que estaba segura que haría sus sueños realidad. Ella la vio crecer y ahora su cuerpo estaba listo y preparado para recibirlo. Sabía que era una locura querer acostarce con su sobrina de apenas 17 años pero ya había madurado lo suficiente y ella ya la había esperado demasiado. Tan inocente, tan virginal, con un aire sexual que era inevitable no sentir. No importaban las consecuencias la reclamaría suya en cuerpo, corazón y alma.

Era sorprendente en como Chaeyoung lograba atraerle tanto, ninguna mujer la había excitado tanto en sus 21 años.

Chaeyoung se fijó en la dirección de sus ojos y se removió en el sillón incomoda. Pero Mina no se avergonzó. Era hora de la acción.

—Quitate la camisa.

Chaeyoung palideció.—¿Qué?

—Quitate la camisa.—Repitió apretando los dientes.—Ahora.

Chaeyoung se levantó con la intención de correr a su cuarto pero Mina la alcanzó, jalándola del brazo y posicionándola contra la pared. Besó su cuello bruscamente, chupando, lamiendo y besando. Mierda, estaba muy dura y necesitaba follar. Chaeyoung tembló en sus brazos.

—No sabes cuantas veces soñé con esto, Chaeyoung.—Susurro Mina mordiendole el lóbulo de la oreja.—No sabes cuantas veces me he masturbado pensando que eras tú la que me tocaba.—Su voz sono más ronca, sus ojos se oscurecieron.—Realmente quiero follarte muy duro.

Chaeyoung se estremeció ante esas palabras muy sucias. Y se alarmó aún más cuando sintió las manos de Mina dentro de su blusa. ¿En verdad lo haría? Intento separarse empujándola pero Mina era mucho más fuerte que ella logrando no moverse de su posición.

Quien iba a imaginar que su tía favorita iba a convertirse en... una tía sucia.

Una Tía Sucia |Michaeng G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora