Capítulo Seis

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Cuando Mina vío bajar a Chaeyoung de las escaleras dejo rápidamente el teléfono de la cocina en su lugar y se acercó donde ella, quien le sonrió hermosamente al verla. Mina también sonrió y extendió los brazos. Chaeyoung la abrazó escondiendo su cara en su cuello. La valentía y la fuerza que tenía su sobrina para actuar como si nada hubiese pasado siempre había logrado impresionarla.

—No te sientas triste pequeña. Yo se que a pesar de todo tú mamá te quiere.

Chaeyoung levantó la cabeza. Lo suficiente como para poder mirarla a los ojos.

—¿Nos estabas escuchando?

Mina se encogió de hombros haciéndose la desentendida.

—Pues no parece que me quisiera.—Dijo ella con un deje de tristeza en sus palabras.

—Te quiere.—Le aseguró.—Y muchisimo.

Sé que aveces ella puede exagerar las cosas. Pero sólo lo hace porque quiere lo mejor para ti.

Chaeyoung permaneció en silencio, tratando de analizar sus palabras.

—Bueno, ¿Que te parece si almorzamos y después nos metemos un rato a la piscina?—Dijo y mordisqueó levemente su cuello con un deje juguetón en sus acciones.

Chaeyoung negó.

—No puedo, tengo que estudiar. Mamá Jeong quiere que estudie todos los días hasta que termine las vacaciones.

—No entiendo porque bajaste tanto tus calificaciones Chaeyoung. Siempre has sido una estudiante destacada por los demás.—Suspiró, mirándola con preocupación.—¿Porque?

Chaeyoung permaneció en silencio por tanto tiempo que Mina pensó que no iba a contestar. Hasta que finalmente tomó una bocanada de aire y respondió.

—Porque quería llamar la atención de mamá Jeong.—Le confesó.

Mina pudo notar el dolor en su voz y la abrazo aún más fuerte, tanto que a Chaeyoung hasta le costaba trabajo respirar.

—Lo lamento princesa.—Le dijo con el corazón encogido.—¿Quieres que hable con ella? Puedo decirle que no te haga estudiar tanto o...

—No.—La interrumpió antes de que siquiera hablando.—No hace falta tía.—Hizo una pausa y luego añadió.—Solo necesito el amor de mi familia.

"Tia", la palabra resonó en sus oídos. Cuanto le habría gustado que la llamara por su nombre... pero la verdad es que solo era un miembro más de su familia, para ser exactos una tía teniendo sexo con su sobrina.

¿Bonito, no? Si tan solo la hubiera conocido en otra ocasión, quizá todo hubiera sido diferente. Aún recuerda ese día, donde su hermana se la presentó un día antes de su boda. La vio a ella. Con sus tiernos 13 años y con ella 18 recién cumplidos... había puesto sus ojos encima de una pequeña criatura, podía sonar demente pero ella la había conmovido.

—No te preocupes Chaeyoung. Que yo tengo amor de sobra para ti.—Le dijo Mina dándole una hermosa y amplia sonrisa mostrando su hermosa gummy smile.

Chaeyoung sonrió y la beso justamente en la pequeña hendidura de su rostro. Mina sintió como la sangre se le iba al rostro. Dios, ¿pero que le estaba pasando? No se había sonrojado desde su adolescencia... parecía un niño pidiéndole una cita a la chica que le gustaba en el colegio.

—¿Sabes? Puedo estudiar en la noche.—Murmuró Chaeyoung coqueta.

—Me parece una estupenda idea.—Dijo la pelinegra esbozando una traviesa sonrisa.

Una Tía Sucia |Michaeng G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora