Capítulo Diez

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Chaeyoung y Tae entraron al centro comercial. Primero entraron a una tienda de pantalones y camisetas, en donde Chaeyoung escogió para el una camisa de cuadros junto con unos pantalones azúl oscuro, que hacia resaltar sus piernas tonificadas. Tae esa sin duda apuesto, con sus 18 años ya había logrado conquistar a medio instituto y Chaeyoung no se quedaba atrás, los dos eran inseparables, conocidos desde pequeños. Mucha gente creía que eran novios, pero la verdad que no iban más allá de una bonita amistad.

Chaeyoung cruzo sus piernas, mientras se abanicaba con una revista y bebía de su
coca-cola.

—Ya esta todo listo. ¿Donde opinas tú que lo invite a salir?—Preguntó Tae bebiendo de su jugo de naranja.

—Mmh... se nota que Kook es un chico sencillo, así que te sugiero que lo invites a una cena, nada muy formal.—Sonrío.—Si, muy romántico. Estoy segura que con eso bastaría.

Los ojos de Tae se iluminaron con un brillo especial, que ella notó.

—Espero que funcione de verdad Chaeyoung, este chico me tiene loco.

—No te preocupes, todo saldrá bien. En menos de dos segundos tendrás a Jungkook bajo tus pies.—Sonrío sin mostrar sus dientes.—¿Que hora es?

—Las diez.

—Mierda.—Mascullo—Que tarde es, mi tía me matará.—Dijo tapándose el rostro con las manos.

—Tranquila, yo te llevo a tú casa.—Se levantó de la silla y dejo el dinero en la mesa para pagar sus bebidas.—¿Vamos?

Ella asintió y ambos salieron del centro comercial. Al instante Chaeyoung se coloco la chaqueta al sentir el frio de la noche rozar con su piel. Se dirigieron al estacionamiento y se subieron al auto de Tae. Al llegar a la casa de Chaeyoung, se bajaron y se despidieron.

—Gracias por ayudarme con lo de Kookie, Chaeyoung.—Le dijo Tae.

—No hay de que.—Sonrío.—Me llamas después para saber como te fue con el.

—Vale.—Sonrío.—Cuídate pequeña.—Beso dulcemente su mejilla.

—Igual, adiós.

Tae se subió a su auto y Chaeyoung solo se movió cuando lo vio desaparecer por las calles. Se giró y se cruzo de brazos, tratando de contener el calor. Camino hacia la puerta principal de la casa y metió las llaves en la cerradura. Entró y la cerró. De repente, las luces se encendieron y apareció su tía al frente de ella sentada en un sillón. Tenía los músculos apretados y un músculo palpitaba du mandíbula.

—Llegas tarde.—Su voz era dura y fría.

Chaeyoung tragó saliva.

Una Tía Sucia |Michaeng G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora