capitulo 2- el comienzo de todo

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24 de Agosto 20..

Mishua

Me levanté temprano porque hoy era mi primer día en una escuela totalmente diferente a la que estaba acostumbrada, estaba muy emocionada por una nueva experiencia: quería saber que se sentía no conocer a nadie y hacer amigos que no eran de por dónde yo vivo. Me comencé a arreglar, decidí que quería ir algo diferente pero a la vez algo que era mi estilo, después de unos minutos mi aufit estaba decidido consistía en: una camisa blanca, sudadera verde que es de mis favoritas, un pantalón cargo medio olgado, zapatillas blancas y el cabello suelto, cuando ví la hora mi cara cambio era tarde tenia que irme ya agarre la mochila con mis pertenencias y sali corriendo.

Por desgracia mi primer día en la preparatoria Wharton estaba pensando empezado con el pie izquierdo: había llegado tarde el primer día, pero no era tan importante, solo me perdí la ceremonia de presentación, bueno si era importante no sabía quiénes serían los maestros, dónde se encontraban los salones o cosas así. Cuando nos empezaron a dividir en grupos pasando una lista muy larga y aburrida, me comencé a distraer con las mangas de mi sudadera, pero  seguía escuchando al parecer mi idea de no conocer a nadie no se llevaría a cabo conocía a varias personas, seguí con los mangas de la sudadera hasta que escuche mi nombre por el micrófono –Mishua Dawson Miller– di un paso al frente y una maestra me indico el lugar del salón donde me tocó.

Al llegar al salón, me di cuenta que me tocó con algunas diez personas que conocía, llega una chica junto a mi lado era  Thalía una compañera de la primaria me dirigió la palabra–Siéntate junto a mí, así podremos tenernos compañía las dos. Yo acepté y tomé el lugar que me ofrecio. Todo ese día fue prácticamente presentaciones del grupo y de maestros nada especial, a la hora del descanso me junte con Thalia y unas cuantas chicas más que apenas empezaba a conocerlas.

2 de septiembre del 20..

Mishua

A la primera semana en la preparatoria Wharton y ya estaba acostumbrada a sus reglas, había intentado integrarme a grupos, aunque personas que ya conocía me hablaban. Una de ellas era Ximena, a quien conocía desde segundo de primaria, pero después nos distanciamos por cambios de grupos. Llegando la hora del descanso, empecé a tener presencia de un chico muy atractivo, un chico de altura mediana, ojos café muy hermosos que me atraparon al momento, cabello castaño, el uniforme le queda bien, entonces me di cuenta que era nada más y nada menos que keyber mi amor platónico de la primaria, para mi suerte recordé que era primo de Ximena haci que comencé a buscarla, llegando al salón de clases me la encontré guardando algunas cosas, me acerque a ella diciendo todo con mucha emoción, ella asedió a presentarme a su primo.

Al poco tiempo de decirle esto, ella fue con su primo para contarle todo. Después de un tiempo el chico se acercó a mi lado presentándose como keyber, me quedé tensa al oir su voz era perfecta, entonces note que tenía los ojos en mi, esperaba mi respuesta, reaccione unos segundos después-un gusto keyber, Mishua–despues sonó el timbre, al momento de esto el se metió a su salón a lo cuál yo me dirigía al mío.

Cuando llegué a mi casa, solo podía pensar en ese momento especial, yo sabía quién era, desde mucho antes y creo que el también.

3 de septiembre del 20..

Mishua

Un día después de lo ocurrido, Keyber me presentó a su mejor amigo de ese momento, Liam. Él era un poco más alto que Keyber, cabello chino y ojos cafe oscuro . Al parecer, ellos dos eran inseparables, tanto que no nos dejaban un solo rato juntos, así dar una vuelta, mientras yo comía un yogurt, Liam me contaba sobre keyber, mientras tanto el solo le intentaba callar, me dió tanta risa que me comencé a ahogar con el yogurt, Liam reaccionó y me dió palmaditas a la espalda mientras Keyber se quedó inmóvil hasta que reaccionó y me dió de su agua, después de ese vergonzoso momento nos dirigimos al salón de cada uno sin decir más. En la salida, tenía que esperar a Keyber, ya que me tenía que ir con Ximena y Thalía. Keyber tenía un paso muy rápido, por lo cual nos dejaba atrás. Cuando llegaba a un cierto punto, me despedía de los tres y me dirigía a mi casa sola.

Llegando a mi casa, comencé a hacer tareas de la escuela y de la casa, para después estar con móvil o con algún hobby que tenía.

Hilos Entreazados Donde viven las historias. Descúbrelo ahora