Yugi
Salí de casa a comprar comida, caminé hasta la zona central y empecé a comprar mis cosas, cuando me daban bolsas que tenían poco peso, las cargaba con mi cola de gato, pues para eso sirve... supongo, hay muchas cosas de mí mismo que no conozco todavía, porque he visto chicos y chicas que son gatos como yo, pero se enrollan la cola en la cintura como si fuera un cinturón, a mi no me gusta, lo intenté y me fastidió a los pocos segundos, el lado bueno de tener orejas de gato es que escuchamos varias cosas, aunque digamos que nuestra sociedad no es muy... ¿cómo lo digo sin que suene feo?... ¿desorganizada?, tal vez, bueno, pasé por la panadería y saludé a una vieja amiga.
Yugi: Hola Rebecca, ¿cómo has estado?
Rebbeca: ¡Yugi!, es bueno verte otra vez- se acerqué a mirar que le llevo a Joey y que me compro para mí- he estado mejor- de inmediato la miré y me preocupé, no es normal que me diga eso- el otro día vino uno de esos gatos salvajes, me pidió un capuchino y un pastel de pollo, y después de eso se negó a pagar y me amenazó con un cuchillo, desgraciadamente no pude hacer nada.
Yugi: Ay Rebecca, no puedo creer eso- ella terminó de atender a unos clientes y se sentó conmigo un rato, además tiene un reemplazo para sus descansos- sabes que los gatos salvajes tienen una forma de pensar muy distinta a la nuestra.
Rebbeca: Lo que no me parece es que necesiten de gatos como nosotros para procrear- en este mundo somos entre dos especies de gatos, los "domésticos", así nos llaman, somos los pequeños o medianos, muestra coa es delgada o bien peinada, y los gatos salvajes son aquellos que son mucho más grandes que nosotros, a veces tienen pelaje que sobresale de sus hombros o su cabello es más "escandaloso" para decirlo así, y todos provienen de clase alta, los domésticos nacemos de clase media o baja, y subimos cuando nos... obligan a casarnos...- deberían procrear entre ellos.
Yugi: Sabes que las cosas no son así, aunque fuera un hombre y una mujer, no funcionaría, y sabes que se ha comprobado- miró al piso y suspiró.
Rebecca: Menos mal tu no estás casado, las cosas son mejor para tí.
Yugi: ¿Si sabes que tu esposa vive arriba contigo no?- asintió- ¿no te da temor o te preocupa?
Rebbeca: No, de hecho ni hablo con ella, solo fue un arreglo, no nos hablamos, estamos juntas por obligación- eso me da tristeza- además no puedo tener gatitos y lo sabes, me operé para evitar el sufrimiento, así que yo me salvo- regresó al trabajo y compré un postre de limón y uno de durazno, ahora de vuelta a casa con mi hermanastro, espero que ya se haya levantado, aunque trabajó toda la noche... pero ya es la una de la tarde, creo que ya se levantó por lo menos a comer algo.
Llegué a casa y acomodé las cosas, guardé los postres en la nevera y apenas escuché pasos corriendo, sonreí y me preparé para recibir el abrazo.
Joey
Apenas escuché la puerta, me puse de pie, corrí a a sala y abracé a Yugi, él se río y lo ayudé a terminar de acomodar.
Joey: Trajiste poste, lo huelo.
Yugi: No importa lo que haga, tu nariz de perro me delata las sorpresas- sonreí, no es mi culpa ser uno de los pocos que es mitad perro, que fue adoptado por una familia de mitad gato- más tarde nos lo comemos, primero debemos almorzar.
Joey: De acuerdo- después de eso nos quedamos en la sala y hablamos del trabajo, los dos creamos una nueva marca de ropa, al inicio no tenía mucha fama... pero cuando empezamos la colección de invierno, ahora somos los reyes del mundo, aunque ese siempre fue nuestro sueño desde pequeños- mira, creo que a ese vestido le puedes quitar un poco, el verano se acerca y debe ser fresco, y yo le agrego luces y destellos- nos reíamos de las ideas que teníamos, pero nos ha ido bien, nuestro equipo se hace más grande, y nosotros vamos atravesando las fronteras de cada país- eso me recuerda, ¿visitaste a Rebecca?
Yugi: Si, y sigue odiando a los gatos salvajes, la robaron hace poco, y ya sabes como es eso.
Joey: Me alegro de ser un cachorro, no quiero que ninguno de esos animales se fije en mí- me rasqué la oreja- y además mi personalidad no ayuda.
Yugi: Ya vamos para los 30, no creo que nos obliguen, la verdad- nos reímos, vivimos solos desde los 18 y estamos solos- te lo dije, vamos a vivir nosotros juntos hasta que el primero se muera.
Joey: Ahora si creo que tienes razón- nos reímos y seguimos comiendo, después descansamos un rato antes de comer el postre, cuando ya nos íbamos a poner la pijama para trabajar una hora más y dormir, tocaron a la puerta, Yugi fue y yo me hice detrás del muro.
Nos dijeron que teníamos que ir a visitar a alguien, Yugi y yo nos miramos raro, no conocíamos a las personas que nos estaban diciendo y eso confundió al hombre que estaba en la puerta, dijimos que iríamos, pero que nos devolvían a casa porque sí, no somos idiotas... veamos a ver que pasará ahora...
Hasta el próximo capítulo....

ESTÁS LEYENDO
Twisted
أدب الهواةFinalmente nos conocemos, después de esperar tanto tiempo, además tengo algo que decirte... tu siempre fuiste mi esposo, solo que no lo sabías hasta este momento, y no temas, no soy como todos dicen que somos, los gatos salvajes pueden ser más sensi...