Blind Mind (Winrina G!P)

VI.

Los brazos y piernas de Sarah tenían cortes; enormes, espantosos y definitivamente no autoinfligidos.

La miré con horror mientras su cuerpo continuaba balanceándose de un lado a otro.

Necesitaba recomponerme antes de salir del granero. Eunji y Jimin me estaban esperando afuera y tenía que informar de esto a Byungho.

Cuando salí del granero, mi cuerpo chocó contra Jimin, que estaba en la entrada, mirando el cuerpo sin vida estoicamente como si la escena que tenía ante ella no le molestara mucho.

- Jimin, ven conmigo - le dije.

No reaccionó a lo que le había dicho, así que tuve que tomar su mano y sacarla de ahí.

Sentí escalofríos en mis brazos mientras la escena seguía jugando frente a mis ojos.

Cerré la puerta del granero detrás de mí y le dije a Eunji que llamara a Byungho inmediatamente.

- ¿Por qué? ¿Qué hay ahí? - preguntó, sus ojos curiosos me recordaban a Sung.

Eunji era como una versión en miniatura de él, y tenía rasgos de Jimin.

- Nada - respondí con cuidado.

No necesitaba que se despertara la curiosidad de la niña cuando solo se encontraría con pesadillas por el resto de su infancia y vida adulta.

- ¡Yo también quiero ver! - argumentó.

- Eunji, realmente necesito que entres a la mansión y llames a tu hermano. Por favor -

- Bueno no puedes darme órdenes - dijo y me sorprendió bastante su tono. - Esta es mi casa y tú eres solo una sirvienta -

- Soy una niñera, no una sirvienta. Hay una diferencia. E incluso si fuera sirvienta, esa no es la manera de hablar con alguien mucho mayor que tú -

- Puedo hablar como quiera con quien quiera, y lo que quiero ahora es ver que hay dentro de ese granero - gritó como la niña malcriada que era.

Agradecí que me contrataran como niñera de Jimin y no de Eunji; no era de extrañar que la niña no tuviera niñera. Probablemente las insultaba a diestra y siniestra.

- Eunji, discúlpate - Jimin dijo suavemente.

Los labios de Eunji estaban fruncidos, pero había algo en el tono de Jimin que sometió su boca ultra-malcriada.

- Lo siento - dijo y corrió hacia el césped. Trixie siguió a su pequeña maestra.

No había llevado mi teléfono cuando vine a caminar, así que no podía llamar a Byungho a menos que llamara a una empleada y pidiera que entregara el mensaje, o podría ir a la mansión y buscar a Byungho yo misma, pero eso significaba que necesitaba salir de la zona del crimen. Si salía del granero así, el asesino podría volver a manipular la prueba.

Como si fuera una señal, escuché el sonido de cascos moviéndose hacia nosotras.

Me volví para ver a Byungho montando un hermoso caballo marrón en nuestra dirección, y se veía como un caballero con armadura brillante, o un príncipe que vive en un castillo, uno sobre el que lees en los libros. Pero este hombre aquí mismo no era imaginación sino la realidad.

Cuando se acercó a nosotras, el caballo se detuvo suavemente y Byungho me sonrió, sin darse cuenta de los horrores dentro del establo.

- Buenas tardes, señorita Kim. Hoy está preciosa - coqueteó de una manera bondadosa.

Jimin miró a su hermano con el ceño fruncido.

Y si la conociera mejor, pensaría que estaba celosa, pero fue estupidez de mi parte pensar así.