VIII.

347 54 26
                                    

Mi pierna palpitaba con el dolor insoportable y cuando la toqué, llené de sangre mis dedos.

Tenía una visión borrosa, pero podía ver a Jimin cerniéndose sobre mí, tratando de ayudar lo mejor que podía. Se notaba por sus expresiones que estaba molesta con el giro de los acontecimientos y estaba desesperada por ayudarme.

Quería gritarle ya que ella era la razón por la que me quedé atrapada aquí en primer lugar.

Si no me hubiera seguido, ya habría cruzado el lago y habría tomado un autobús.

Byungho había colocado las trampas aquí a propósito para que cualquier miembro del personal que decidiera abandonar la propiedad no pudiera hacerlo y yo caí directamente en ella.

Debería haber sabido que escapar de aquí no sería tan fácil.

¿En qué me he metido?

¿Qué quería esta retorcida familia de mí?

- Jimin, hazte a un lado - le ordenó Byungho, con el rifle colgando de sus hombros. - Lo estás haciendo peor para ella -

- ¡Tú, bastardo enfermo! - le grité.

- Verás Minjeong, te sugiero que controles esa boca tuya. Soy tu jefe y merezco respeto, además, tú eres quien estaba tratando de romper las reglas de esta casa y nuestro contrato cuando te dije especificamente que romper las reglas tiene consecuencias nefastas - dio en tono tranquilo. - Tenemos trampas en el bosque para los animales salvajes, y debería disculparme porque caíste en una de ellas, desafortunadamente -

Estaba mintiendo entre dientes y lo sabía.

No se arrepentía de nada.

- Greg, llama al Dr. Richards y dile que revise a la Srta. Kim en su habitación -

Greg, otro de los sirvientes de la casa, se acercó a recogerme y fue entonces cuando noté cómo coieaba un poco con su pie derecho.

Byungho levantó la mano para evitar que se me acercara. - No he terminado de hablar con ella -

Greg se detuvo donde estaba y se quedó allí con una expresión solemne en su rostro, como si se hubiera acostumbrado a ver a los empleados atrapados en trampas para animales.
Parecía que Greg había visto muchas otras cosas y había aprendido a ser insensible a todo.

- Señor, encontramos su bolso - dijo Winston.

Byungho se lo arrebató de la mano. - Pero,
¿qué tenemos aquí? - preguntó bromeando y luego abrió la bolsa de lona y vació su contenido en el suelo.

Los sándwiches, las bebidas y los bocadillos se cayeron junto con mis pertenencias personales.

Byungho se rió. - De todo lo que pudiste robar, ¿esto es todo en lo que podrías pensar? Minjeong, el par de zapatos que Sunhee te dio el otro día cuesta más de mil dólares. Podrías haber tomado esos en su lugar -

Me dio la sonrisa del chico coqueteando, la misma que había confundido con encantadora la primera vez que lo conocí. -
Pero amo a la gente honesta, y esa es la razón por la que te contraté ese día -

- Por favor déjame ir - lloré. - ¿Qué quieres de mí? -

Byungho se inclinó y tomó mi barbilla hacia arriba para mirarme, sus ojos cafés que pensé alguna vez eran bonitos, ahora parecían vacíos y desprovistos de humanidad.

En ese momento, supe que era capaz de cometer males peores.

En un tono peligrosamente bajo, dijo. -
Pronto descubrirás lo que realmente quiero
de ti, Minjeong -

Blind Mind (Winrina G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora