Evaluaciones

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La semana de evaluación había comenzado, Daniel, como todo maestro buena gente se estaba preparando mentalmente para aquellos chicos que reprobados pidiendo que los pasara.

Mientras que por otro lado, estaba Icma, quien estaba estresado y con sueño ya que se desveló por el insomnio, ya que odiaba reprobar a sus alumnos, pensar en ello le daba cierto estrés y preocupación.

Caminando pesadamente por los pasillos y con el cuerpo invadido de sueño, repentinamente Icma abrió los ojos al oír una conocida voz saludarlo, era Daniel, quien estaba bien descansado y tranquilo.

-¡Buenos días!, lo siento no pude evitar notar que te veías algo cansado- Daniel saludó acompañado de un comentario acerca del nada disimulado cansancio y fatiga de Icma -No dormiste mucho, ¿Cierto?- Preguntó Daniel con una cara comprensiva.

-Sí, bueno... Esto siempre me pasa en semana de evaluación- Respondió Icma -Esta semana es extresante- suspiró Icma.

-Bueno, tienes un punto ahí, pero, ¿Qué es lo que más te estresa de esta semana?, debe haber algo que detone el estrés- Mencionó Daniel poniendo su mano en el hombro de Icma.

Icma pensó dos veces, no porque no supiera la respuesta, si no porque dudaba si realmente debía hablarlo con él, pero luego pensó "Es un maestro, tal vez me entienda".

Suspirando profundamente antes de mirar a Daniel y luego bajar la mirada -Es solo que no me gusta reprobar a mis alumnos, porque muchas veces no puedo ayudarlos a pasar, no quiero dejar de ser ese maestro buena gente para los alumnos, ¿Sabes?- Icma cruzó los brazos después de mencionar lo dicho.

Daniel sonrió dulcemente y asintió -Bueno, te entiendo, pero no debes preocuparte por ello mucho, los alumnos tienen que saber que no siempre los maestros pueden ayudar, si ellos reprueban es porque a veces los actos tienen consecuencias, no es tu culpa- explicó Daniel, cosa que de cierta forma reconfortó a Icma, haciéndolo levantar la mirada y mirarlo a los ojos -No dejarás de ser buena gente solo porque unos alumnos reprobaron, eres maestro buena onda gracias a que tú clase es interesante y sabes explicar, reprobar es normal en las escuelas- Daniel finalizó de explicar.

Icma sonrió levemente y asintió -Gracias, supongo que tienes razón, es solo que no quiero ser parte de esos maestros de los que se quejan los alumnos al punto de desear que se queden sin empleo-

-Sí, lo sé, pero esos maestros realmente sobrepasan un límite y se enojan por todo, ellos no aman su trabajo tanto como lo haces tú- Nuevamente respondió Daniel con una sonrisa.

-Eres muy buen consejero como para solo ser maestro de matemáticas, ¿De casualidad no estudiaste psicología?- Preguntó Icma de broma, cosa que hizo a Daniel esbozar una pequeña sonrisa en sus labios.

-Para nada, solo conforme a los años aprendí a escuchar más a la gente, siempre fuí comprensivo, pero realmente escuchar y aconsejar no es nada del otro mundo, solo necesitas ver la problemática, entenderla y luego la solución y respuesta viene por sí misma, facilísimo, ¿Verdad?- Finalizó de hablar Daniel con su típica frase habitual.

-Entonces la experiencia realmente facilita las cosas que aparentan ser complejas... Gracias por tu ayuda, realmente me sirvió hablarlo con alguien que me entiende- Agradeció Icma con una sonrisa ahora leve pero a su vez dulce.

-No tienes por qué agradecer, me gusta ayudar en lo que pueda, eres muy buen profesor como para culparte por algo que no sería tu culpa- Después de decir esto, hubo un contacto visual, pero no fue incómodo, realmente fue como si ambos se miraran con una comprensión y conexión que momentáneamente ellos no notaron.

Sin embargo, este cómodo silencio fue interrumpido gracias al timbre, dando inicio a la clase.

Ambos notando esto de alguna forma estaban avergonzados, pero no lo dijeron, solo desviaron la mirada a diferente dirección mutuamente.

•Más allá de una materia• (Icma x Daniel Carreón)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora