El heredero

capitulo 2

II

Madre

–¡imaginate lo que deben de sentir las matriarcas de los clanes cuando están embarazadas!– chillo con mucha emocion– A de ser grandioso.

– No veo lo que hace que una matriarca y una embarazada normal sean tan diferentes– suspiro– no le veo lo emocionante.

– hay amiga, imagínate sentir que dentro de tu vientre está creciendo la nueva esperanza, una nueva vida que llevara al clan a grandes promesas,– con una cara de emoción – ese tipo de mujeres son tan afortunadas.

–si lo dices de ese modo, hasta yo les tengo envidia.– tomando sus compras– lo que daría por estar en esa situación.

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La cara de odio de mi madre hacía mi, a diferencia de las expresiones de mi padre no eran disimuladas.

Con cada expresión, con cada gesto,con cada mirada que dirigía hacia mi, eran de claro disgusto.

–¿Por qué el niño patético de papá está tan Triste?– una sonrisa sinica pasó por su rostro– sabes, me hubiera gustado que el resultado de este combate hubiera sido con tu hermano de ganador.

Cada palabra que suelta esta mujer cuando mi padre no está son de puro asco y veneno hacia mi.

–una pequeña Risilla escapó de sus labios– digo, no te voy a negar que me satisface verte hay de rodillas tan lastimado y herido como el miserable que eres.

Estaba tan cansado que solo quería terminar esta conversación en irme a mi alcoba.

–ve al grano madre– la rete mientras la miraba directamente a lo ojos– necesito irme rapi..

Una fuerte y sonora bofetada resonó por todo mi rostro.

–¡¡ Te he dicho un millón de veces que no me mires con eso horribles ojos!!– gritaba colérica– son igual de asquerosos como los de tu padre.

Y sin más salió del dojo gritandoles a varias sirvientas que le trajeran tés y varios calmantes.

Jamás entenderé por qué mi madre me odiaba tanto, y porque el trato hacia mi era tan diferente al que ella le daba a mi hermano.

Digo, se supone que es mi madre, pero me trata como si yo fuera su más grande enemigo.

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Estupido y mocoso niño, como lo detestaba.

cada momento maldecía el asqueroso día en el que esa horrible cosa salió de sus entrañas.

Maldito este clan, maldito estas leyes, maldito es ese mocoso y sobretodo maldita seas hideki hyuga.

–¡Herina, ¿donde esta mi té de hierbas?!– sentía que su cabeza Hiba a explotar– !Herina date prisa!.

Y por fin hay estaba herina con mi tan esperado te, solo eso podía calmarme cuando me entraban este tipo de ataques.

–Aqui está su té mi señora– se encontraba muy nerviosa– sí no necesita nada más me retiro.