Diario de Roier West

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Quede estatico mientras miraba aquella sombra, caminó unos cuantos pasos hasta terminar fuera del pasillo, la poca luz de luna iluminó su rostro, tenia un pasamontañas negro y toda su ropa era del mismo color. Retrocedí unos pasos.

-No lo hagas

Amenazó mientras volvia a acercarse a mi, volví a retroceder y mi vista fue hacia la puerta, para despues volver hacia el.

-No te atrevas, Roier

Volvio a amenazarme, rapidamente me gire y corri hacia la puerta, el me siguio de cerca y antes de que pudiera tomar el pomo de la puerta, me tomó del cabello con fuerza deteniendome y su brazo rodeó mi cuello mientras me acercaba a su cuerpo, haciendo presion.

-Y lo hiciste

Comencé a jadear en busca de aire, trataba de quitar su brazo de mi cuello arañando su ropa en un intento desesperado, pero el mantenia un agarre firme. Lo miré a los ojos mientras sentia el oxigeno abandonar mis pulmones, sollozé mientras el solo sonrio con los ojos.

-Duerme

Susurró en mi oido y mientras perdia el conocimiento pude llegar a sentir como una de sus manos viajaba hacia la mia, entrelazando nuestros dedos.

Desperté y estaba atado a una silla viendo directamente hacia la puerta principal, donde la sombra que tanto tiempo me habia estado atormentando estaba de pie, sosteniendo un cuchillo que probablemente tomó de la cocina.

Analize su figura, para despues terminar en su rostro que esta vez no era completamente negro, era un rostro hermoso y lo primero que llegó a mi mente fue si Apolo me estaba castigando por pintarlo como si fuese mi esposo.

Pero no, apesar de lo atractivo que era dudaba de que fuese un dios, entonces me miró a los ojos, su mirada me hizo temblar de miedo y querer huir, pero la cuerda me lo impedia.

—Roier, lamento que esto haya resultado así

¿Lo lamenta?, ¿De que mierda esta hablando?, suspire mientras lo ignoraba y me concentraba en escapar, moviendome bruscamente en mi lugar con la esperanza de que el agarre de las cuerdas de aflojara.

—Mira, se que debes de estar asustado y piensas que te haré daño pero no es así y... ¡Roier me escute merda!

Detuve mis movimientos, jadeaba cansado mientras aquel hombre solo me miraba. Me sentia frustrado, este hombre me conocia y yo no. Definitivamente esto parecia una pelicula de terror.

—¿Que quieres?

Logré decir mientras me negaba a verlo, no sabia de que era capaz y tal vez era estupido pero considero que fue una pregunta correcta.

—Gracias por querer escucharme... Verás, Roier sonará loco pero vine por que quiero abrirte los ojos, llevo viendote desde hace ya unos días y eres increiblemente hermoso a comparación de tu esposo de mierda que solo te esta usando...

Me quede estatico y solté una risa burlona, no podia creer lo que estaba escuchando.

—¿Spreen?, no, creo que te confundiste de Roier... Spreen me ama

—Eso es lo que tu crees meu amor

—¡No me llames así!

Grité molesto, el se quedo estatico, supongo que fue por mi comportamiento, se dio media vuelta y comenzo a murmurar cosas en su propio idioma, que si no me equivocaba era portugués.

—Eu vou matar aquele filho da puta, não acredito no que ele fez com você, o desgraçado te enganou mesmo....

No entendia, tal vez por que estaba hablando muy rapido, de nuevo trate de huir pero me era inutil, las cuerdas eran suaves pero el nudo resistente, una especie de sonido metalico llamó mi atención. Miré a aquel hombre y jadee al ver un cañón de pistola justo frente mio.

Un bello silencio | GuapoDuo |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora