Introducción

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-No hay duda alguna

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-No hay duda alguna...Eres tú...- Se escucho murmurar con anhelo entre las sombras de la habitación-

En la oscuridad de la noche, una sombra se cernía junto a la cama de una desprevenida muchacha de aspecto cansado, durmiendo tranquilamente junto a un pequeño monstruo de aspecto gatuno en una desprolija cama improvisada.

Gran escandalo había armado este par en la ceremonia de ingreso de Night Raven College. No el suficiente para preocuparlo, pero si el suficiente para que despertara su interés en la inusual presencia de la chica frente a él. Tan inquietantemente familiar que sintió la necedad de darle una discreta visita nocturna antes de que el amanecer tocara el horizonte.

-Tu esencia y tu alma son las mismas...No puedo creerlo, después de 400 años...Realmente estás aquí...- Dijo la sombra en un susurro, acariciando delicadamente la mejilla de la chica -Mi querida...-

Por unos breves momentos, viejos recuerdos se arremolinaron en su mente, llenando su ser de todo tipo de sentimientos encontrados. Lilia nunca pensó durante sus años de juventud que un humano, con su corta existencia como era, pudiese sacudir su mundo de esa manera. Cuando el aún no entendía como amar a un humano, siglos antes de aprender como hacerlo con su hijo adoptivo Silver, tu habías aparecido para mostrarle lo que era el cariño y la sinceridad.

Solo logró comprenderlo sino hasta mucho tiempo después de que todo fuese tragicamente irremediable. Al dejándose llevar por el profundo odio y resentimiento que los cruentos tiempos que le tocaron vivir lo cegaran, causando que no podiese discernir lo que sentía hasta que fue demasiado tarde.

Para su fortuna, el tiempo lo volvió sabio, al menos lo suficiente para poder darse cuenta de sus errores. Años de idas y vueltas, sonrisas y lágrimas compartidas contigo que lo hicieron refleccionar profundamente sobre la razón del peso en su pecho. Aunque hasta el día de hoy sigue sin comprender como aquel ser que cautivo su corazón pudo dar su vida por un país que no era el de su origen; como pudo arriesgarse por la gente que la había condenado a ostracismo, y por último, como pudo dar todo y más por alguien como él, que no supo amarla como se merecía.

-Tengo tanto que decirte querida... Tanto que contarte...Pero también tanto por lo que disculparme...-Se lamentó sujetando tu mano.

-Te prometo que esta vez me aseguraré de cumplir mi promesa...No puedo atreverme a codiciar tu corazón de nuevo, aunque ya no me recuerdes...

-...Pero juro por lo más sagrado que tengo. Juro por la vida de mis hijos que de hoy en adelante velare por tu seguridad y felicidad... Mi amada estrella...-Declaró depositando un beso en el dorso de tu mano. Sellando así su juramento.


*.°•*Una ves en un sueño*.°•* Lilia Vanrouge x ReaderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora