La criminal. (Gíp)

...

Tres días transcurridos, tres días de rogar al cielo por su recuperación. Maldita la suerte que le había tocado, la bala había tocado una de las arterias principales del corazón, respiraba con ayuda de una maquina.

Cada segundo sin que ella pudiera reaccionar me hacia sentir aún más deprimida.

A Cherine solamente la había visto por momento, mis amigas la cuidaban y alimentaban.

—Camz tienes que reaccionar cariño, no puedo más.. mis ojos ya no pueden llorar y mi corazón duele al saber que no hay respuesta positiva—

Sus manos estaban heladas, su piel palidad y sus labios sin color.

—Te necesitó conmigo ahora más que nunca, estamos esperando otro hijo sabes, me siento feliz de saber que seremos mamas pero necesito que reacciones—

Camz parecía estar muerta en vida, su piel pálida, Sus labios sin vida y esa maldita maquina pegada a ella.

—¿Porqué tiene que pasar esto? Se que debes mucho en esta vida pero mereces ser feliz, mereces estar conmigo, con Cherine, ambas merecemos disfrutar de nuestro amor.. no entiendo porque tiene que pasar esto— envolví con mis manos una de las suyas, estaba helada —Tienes que regresar a mi— susurre

—La..u..ren—
Escuche su voz débil, su mano apretó las mías —No llo..res más—

Sus ojitos se habían abierto, sinceramente era el momento más feliz que tenía.

—Camz aquí estoy, lloro de felicidad. Has reaccionado al fin—

Durante algunos segundo simplemente me miró, parecía que mil cosas quería transmitir en una sola mirada.

—No intentes hablar, se que debes estar adolorida y las fuerzas aún no las recobras. Debes descansar más para que te recuperes pronto—

—Lauren..— se quito la máscara de oxígeno bruscamente —Debes irte—

—No digas tonterías, no me puedo ir sin ti—

Impacientemente negó, se levantó de la camilla, buscaba algo con desesperación. —Vete ahora.. no estas asalvo aquí—

—Camz vuelve a la cama, debes descansar— Intente persuadirla de volver a la camilla pero no quizo, en vez de eso me entrego un collar —Deseo con todo mi corazón qué seas completamente feliz, lamento no haberte podido dar el amor que merecías, te falle una vez al prometer que te protegería pero le debo mucho a todos—

No entendía de que hablaba.

—En otra vida seremos felices—
Me beso con torpeza y sonrió con tristeza —Se que esperas otro hijo mío, espero sea igual de hermoso que tu—

—Camz deja de hablar disparates—

—Guarda silencio y estarás bien—

Con dificultad me empujó a una puerta oculta, intenté empujar pero no pude. Solamente un pequeño hueco me permitía ver.

—la perra sigue viva—

Un disparo atravesó su pierna, mi camila cayó de rodillas.

—El diablo nunca muere—
Escuche que se quejaba.