Corría y corría; su respiración se hacía cada vez más pesada, y lo peor de todo es que jamás lograría llegar a su destino.
Se negaba a escuchar a su mente. Su corazón palpitante le indicaba que abandonara la huida, pero sus piernas no dejaban de moverse. Instinto de supervivencia le llamaban.
Pero… sabía que si se detenía, sería demasiado tarde.
El cabello oscuro se le pegaba al rostro sudoroso, a pesar de estar en el infierno congelado, a tres grados bajo cero. Raycott, el pueblo fantasma, hogar de todas sus pesadillas.
Se tropezó con una enorme rama de un árbol y juró haber visto un cuervo posarse en una roca, pero podían ser desvaríos de su mente adolescente.
Lloraba, y aun asi volvió a levantarse, pero ya era muy tarde. Demasiado tarde. La Garra la había atrapado.
—No puedes huir de tu destino, demonio —le susurró en su oído la voz grave y malévola.
Un grito ensordecido se escuchó aquella noche en el bosque Sparrow. Proveniente de una voz dulce y sensible. Nadie nunca la había visto, pero todos sabían de su existencia. Su nombre era desconocido, sin embargo, su casa no. El orfanato era su hogar, pero el bosque su cementerio.
El silencio volvió a reinar en el bosque. Su último aliento había sido robado.
Ella siempre te encontrará. Tu alma no estará a salvo nunca.
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Orfanato Davenport (Libro 2)
Mystery / ThrillerPiensan que por creer en Dios y asistir cada domingo a misa ya son buenas personas. Pero no es asi. Fui entrenada para acabar con los males de la sociedad. Una persona que asesina niños huérfanos no merece seguir con vida. Tengo una misión. Y si l...