Continuous

5 0 0
                                    

Por mas que trataba de recordar, la noche anterior permanecía un misterio. 

El día transcurrió como otro cualquiera, exceptuando las noticias que sonaban en cada radio, teléfono y televisor de la ciudad. Cuando todas las clases fueron vistas y las materias atendidas la unica preocupación que deambulaba la mente de Nadya era regresar a esa casa, la "casa del asesinato" que no recuerda. Demasiado orgullosa para pedir la compañía de sus amigos decidió armarse de valor y enfrentar su no tan querida cabaña. Al sonar el timbre de salida se despidió. 

Nadya, ¿quieres que me quede contigo hoy? - Sergey pregunto mientras trataba de ocultar su preocupación. 

No es necesario. Mi laguna mental tal vez sirve para protegerme. 

¿No te han asustado las noticias todo el día?, esta bien si necesitas compañía, puedes contar conmigo Nad - El si estaba asustado, estaba aterrorizado de que algo le pudiera pasar a Nadya.

Tranquilo, solo llévame a casa, no estoy ni un poco asustada. - Dijo mientras se tragaba su evidente preocupación y colocaba la expresión mas valiente que consiguió en sus gestos. 

El viaje fue... corto, para la desgracia de Nadya y Sergey. Que tal vez por primera vez en su vida sentían una necesidad apabullante de no separarse. Pronto llegaría el momento de despedirse y en la mente de los dos corría ansioso el pensamiento de no partir. Una vez en casa, Nadya observo el carro de Sergey alejarse y perderse entre los pinos con una sensación escalofriante subiendo por su columna; estar sola no le sentaba nada bien justo ahora. 

Cuando logro despegar su mirada de los pinos que no le permitían seguir viendo a Sergey partir por fin presto atención a lo que esta mañana ignoro. Las cintas amarillas acordonaban gran parte del lago, de su casa. En el pavimento que cubría la entrada de su casa se podia ver claramente el pozo de sangre que había dejado la victima, seco y aun así espantoso. Había manchas de sangre en su puerta que dejaban un rastro bastante peculiar, rastro que su cruel imaginación decidió recrear, mostrando en su mente como la victima rasguñaba su puerta mientras pedía auxilio rompiendo sus uñas en el proceso. 

No quiero estar aquí - pensó, sin tener a donde ir. No queriendo ser una carga para nadie, mucho menos para sus amigos. Ni siquiera para Sergey que siempre ha estado para ella.

Tomar un baño tal vez podia calmar su mente, su cuerpo y definitivamente su alma, si es que era posible. Ahogar sus penas y preocupaciones en una bañera nunca ha sido un problema de todas maneras. Aunque durar 4h en la bañera ciertamente era algo mas que se sumo a las preocupaciones. Cuando por fin abrió los ojos se dio cuenta que podia observar la luna por la ventana, aunque se fue a bañar en plena tarde. 

¿Por que hace tanto frío? se preguntó, la ventana estaba cerrada pero podia escuchar la brisa que silbaba dentro de la casa, haciendo crujir la cabaña. ¿Y eso? un vidrio quebrándose que la hizo saltar de la bañera y enrollarse en su toalla tan rápido como su cuerpo entumecido por el baño prolongado le permitió. Se acerco al comienzo de la escalera y se reto a bajar unos escalones que le permitieran ver el pie de la misma. 

No hay nada pensó, pero sus manos temblaban y el ambiente era frío y pesado. 


  





The last scream.Where stories live. Discover now