Down

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-¿Puede ser que te hayas movido a encender el auto?- Decía la joven mientras bajaba las escaleras buscando alguna cosa en su cartera.

-¿Sergey?- sin poder verlo, asumió que ya estaba afuera

-¿Qué?- preguntó mientras salía de la cocina con un par de sandwich's y unos termos llenos de jugo de naranja.

-¿Será que alguna vez harás lo que te pido?- preguntó en un tono burlón Nadya, quien no entendía que este joven jamás dejaría que ella lo mandoneara como una madre.

-Cuando mueras y vengas a joderme el culo- respondió Sergey tras una risa. 

-Joder, supongo que tendré que matarme- pensó. 

«...»

-¡Eh! vengan rápido el profesor aun no llega- gritaba Caeth Berks, brillante joven de unos 19 años, pálido y con el cabello terriblemente dorado para el gusto de muchos. Egocéntrico y perspicaz. Mejor amigo de Nadya.

-¡Caeth! ¿hace cuanto no te veo?- preguntó  la chica corriendo hacia su amigo.

-Vale, si mis cálculos no fallan... Desde hace exactamente 3 días y 16 horas.- apresuró a decir entre risas.

-Idiota. ¿qué tal estos tres días sin jodernos el culo?- preguntó Sergey tomando en un abrazo "varonil" a su amigo.

-Pues vale, ha sido tortuoso- decía mientras entraban al salón y se colocaban en sus asientos.

-Nadya ¿cómo estás? me enteré de esa terrible cosa, debió ser espantoso para ti- asomaba a decir Andrei Berks mejor conocido por "Berks, jugador de fútbol" o por "El idiota hermano de Caeth" comúnmente era reconocido por lo segundo. 

-¿Qué terrible cosa?- comenzaba a pensar que estaba jugando con ella.

-El hombre, la policía dijo que podía ser un ataque de algún psicópata, es tan macabro todo eso- dijo Andrei confundido notablemente por la actitud de Nadya. -¿no sabes nada?- preguntó.

-¿Saber qué? no es justo que sigas jugando conmigo contándome tus películas de terror Andrei- comentó.

-¿Qué? ¡no estoy jugando contigo! dile Sergey-

-¿Decirme qué? Sergey haz que haga silencio- se notaba la confusión e irritación en cada palabra y que al parecer no sabía nada del hombre que habían asesinado, justo hace unas 4 horas y por el que había llamado aterrorizada a la policía. 
«................»

-¡Necesito ayuda! tiene la boca cosida, sus ojos... Está bañado en sangre, necesito ayuda, por favor, vengan a ayudarme- escuchaba la operadora mientras le pedía a la persona en la llamada que se calmara.

-Necesitamos su dirección, joven, cálmese por favor-,
-Está, está golpeando el vidrio, ¡está bañado en sangre!-,
-señorita necesito su dirección, por favor, dígame la dirección. 

Los policías no tardaron en llegar, escena de un asesinato brutal, hombre caucásico de 20 y tanto años con boca y ojos cosidos, múltiples heridas de arma blanca en su pecho, abdomen y espalda, marcas de ataduras en las muñecas y cuello.

-¿Ninguna identificación?- preguntaba el Detective, Dmitry Gólubev.
-No señor, nada de eso.- 

The last scream.Where stories live. Discover now