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Nadya Petrov, una adolescente de 17 años y estudiante en la Academy Perspective of Art (U.P.A), vivía en una casa situada a las afueras de Moscú en una ciudad llamada Dubná cerca de un lago muy visitado por los turistas; al parecer, la mayor atracción de esa pequeña ciudad. Tenía días de completas migrañas y los toques a su puerta hacían que estas fueran cada vez mas fuertes y dolorosas. A principio de verano eran los días en los que más fuertes eran las tan horribles migrañas que padecía y todo por el hecho de que el lago era un "buen lugar" para hacer fogatas, acampadas o fiestas nocturnas. Actos que perturbaban la tranquilidad de la joven, pero nadie hacía nada aunque estas fuesen ilegales. Cada cierto tiempo la ansiedad de imaginarse el ruido lograba que las migrañas aparecieran.

Una tarde de verano Nadya se percató de la ausencia de visitantes, aunque le provocaba más miedo que alegría; lograba concentrarse un poco más en realizar una pieza de arte que llevaba varios días tratando de completar

-Distrae tu mente- se dijo

Luego de pasar unas horas trazando líneas, haciendo sombras y usando toda la paleta de colores; estaba exhausta. Nuestra protagonista sentía una atracción delirante a durar horas en la bañera así que al terminar, subió a tomar un merecido baño. Pronto en medio de su sesión alcanzó a oír unos gritos de auxilio sin embargo, no les dió importancia.

-¿Me debería importar? De seguro es alguien jugando. Aunque es un poco ridículo hasta me asusta no avistar visitantes-

Dijo en voz alta y siguió relajándose. 

El tiempo pasó y el momento de salir de su largo baño llegó, luego de haberse colocado su pijama decidió prepararse algo de comer pues el baño la había dejado con grandes ganas de disfrutar un sándwich antes de dormir, bajó a la cocina y noto que no había ni un turista acampando

- Debo estar un poco traumada- pensó.

Mientras disfrutaba de su cena escuchó lejos el sonido de su teléfono, una llamada de sus padres.

-Hola mamá, ¿como es- no alcanzó a decir las últimas palabras cuando alguien se estampó contra el vidrio de la puerta de la cocina, sus ojos y boca estaban

-¿cosidos?-. 

The last scream.Where stories live. Discover now