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Antes de que Spreen pudiera decirle algo Quackity sale corriendo hacia sus amigos que estaban yendo hacia la puerta, agarro a Cellbit de los hombros y este solo lo miro confundido.

- ¿O quê ou o quê?

- Solo camina, pendejo. -Por fin salieron de aquella aula, agarro a Tina y Roier los cuales agarraron a Etoiles y Cellbit empezando a correr.

- ¿Corremos a buscar a Karl o que verga? -Pregunta Roier sin entender nada, Tina al escuchar eso cae en cuenta y se emociona de ver a Bagi.

- Si... -Fue lo único que contesto Q pues realmente estaba huyendo de la responsabilidad de hacer grupo con Spreen.

Llegaron al patio que ya estaba bastante lleno de adolescentes, caminaron ayudando en la busca de esos dos enamorados por encontrar a su "otra mitad".

Con suerte los pillaron, se fueron acercando.

- ¡Bagi! -Grita la castaña ganándose la mirada de la mencionada la cual sonríe mientras saluda con la mano.

- Tina. -Mira de arriba abajo a la contraria y eso le pone nerviosa-. Te ves bien, no sabía que Quackity y tú compartían tallas parecidas. —El mencionado no sabía si eso era un halago.

- ¡Quackity! Te ves muy tierno. -Karl hace acto de presencia y con los brazos abiertos abraza al azabache el cual se sonroja más no poder.

- Oh... ¿En serio? -Intenta no tartamudear para que no note su nerviosismo.

- ¡Of course! ¡Te ves como una muñequita! -No sabe porque ese halago se sintió algo extraño.

- Quackity, el marihuano de Spreen te buscá. -Escuchar ese nombre le hizo espantar y más cuando el abrazo del castaño que tanto amaba se deshizo para ir a abrazar a ese argentino.

- ¡Spreen, te ves muy lindo hoy! -Escuchar eso solo le hizo tragar saliva y mirar hacia abajo, agarró el borde de la falda e intentaba bajarlo sintiéndose avergonzado.

- Karl, sueltame un poco quiero hablar con Quackity. -Habla con algo de delicadeza para que el castaño no lo malinterprete.

- Ah, claro. -Se escucho un poco decepcionado de las palabras del oso, suelta al argentino y este se acerca al más bajo conectando miradas.

Y lo notó.

Spreen es alguien demasiado lindo, tiene unos lindos ojos morados, sus orejas de oso se veían tan suaves, su piel aunque no era perfecta estaba casi por serlo, esas pestañas tan largas que lo hacían tener una mirada mucho más tierna a su parecer y ni hablar de lo tonificado que estaba.

Quería morir de vergüenza ¿Cómo es que pensó que podría pelear contra él?

- Entonces ¿Te parece en mi casa? -Volvio a la realidad y el más alto notó como los ojos del mexicano parecen ponerse tristes.

- A-ah, si claro, me pasas tu dirección. -Solo se acercó a su grupo de amigos y fue directo a abrazar a Etoiles, este se confundió de inmediato, Q solo quería ser consolado sin que los demás supieran que estaba mal—. Tengo frío... —Dijo como excusa para acurrucarse en el pecho de aquel, el francés no preguntó solo lo rodeo entre sus brazos.

Etoiles sabía que Quackity no lo amaba, de todas maneras lo ponía feliz que lo usará de esta manera, aunque suene masoquista.

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⏰ Última actualización: Jun 17 ⏰

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¡Triángulo Amoroso! | ˢᵖʳᵉᵉᶜᵏⁱᵗʸDonde viven las historias. Descúbrelo ahora