Tukk Becomes Wild [G!P] ryeji

Compañeras de Piso (Parte 2)

⚠️ Ryujin gip

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No sabía cómo enfrentar a Ryujin después de lo que había presenciado. De veras, el viaje a Jeonju me ayudó a desconectar de esos pensamiento, ya que aquella semana que estuve en el apartamento se me hacia imposible dejar de revivir lo que pasó.

Una vez acabadas las vacaciones de invierno y vuelta a la rutina, realmente intentaba actuar de manera normal, pero no podía evitar mirar a Ryujin de una manera diferente.

Para mí sorpresa, empezamos a compartir más tiempo juntas. Sin embargo, luchaba por ignorar la creciente atracción que sentía, temerosa de que esos sentimientos pudieran arruinar la convivencia.

Ryujin y yo nos llevábamos realmente bien. El apartamento era increíble y, sorprendentemente, barato, por lo que no podía echarlo todo a perder por haber visto algo que no debía aquella noche. Así que, decidí hacer un esfuerzo consciente por borrar ese episodio de mi mente y centrarme en lo positivo.

Sorprendentemente, la estrategia funcionó. Con el tiempo, nuestra relación fue mejorando cada vez más. Comíamos y cenábamos juntas, nos poníamos al día sobre cómo nos había ido en el trabajo o en la universidad, y empezamos a compartir pequeñas rutinas diarias. La sentía como una amiga más, una compañera con la que podía contar.

Las tensiones y las confusiones de aquella noche se fueron diluyendo, dejando espacio para una conexión más sólida. Todo parecía estar en su lugar de nuevo.

Incluso, habíamos añadido una tradición más a nuestra rutina: la noche de películas. Todos los domingos por la tarde, una de las dos elegía una película para ver juntas. Era una excusa perfecta para compartir algo más de tiempo, desconectar y reírnos un poco.

Esta vez, me tocaba a mí elegir. Después de mucho pensarlo, opté por un drama romántico que sabía que ambas disfrutaríamos, aunque sin imaginar las consecuencias que tendría esa decisión.

Nos acomodamos en el sofá, cubriéndonos con la misma manta. Las luces estaban apagadas, y el único sonido en el apartamento era el de la película. El ambiente era cómodo, cálido y la familiaridad de esos momentos nos daba una sensación de tranquilidad.

Sin embargo, más o menos para la mitad de la película, llegó una escena en la que los personajes principales compartían una noche de pasión, noté cómo Ryujin se ponía un poco tensa a mi lado. Su cuerpo, antes relajado, se volvió rígido de repente.

Sentí un ligero movimiento junto a mí. Curiosa, desvié la mirada hacia Ryujin y noté algo que me dejó sin aliento: un pequeño bulto comenzaba a marcarse en su entrepierna. Mi corazón se aceleró. La situación me descolocaba y, al mismo tiempo, me encendía. Un torbellino de emociones se desató dentro de mí: deseo, curiosidad y un toque de nerviosismo. Todo mezclado me dejó paralizada, incapaz de apartar la vista de ella.

El ambiente cómodo se transformó en una extraña tensión que nunca había sentido antes. La pantalla dejó de importar. Mi atención estaba en Ryujin, en la cercanía de nuestros cuerpos, en la calidez que emanaba y en su creciente erección bajo la manta.

Ryujin, aparentemente ajena a todo esto, seguía inmersa en la película, pero yo no podía dejar de pensar en lo que había visto. Las imágenes de aquella noche volvieron a mi mente, más vivas que nunca, y el deseo latente que había intentado suprimir comenzó a desbordarse.

La tensión en el aire se volvió casi palpable. Sabía que no podía seguir ignorando lo que sentía. Con la respiración entrecortada, tomé una decisión impulsiva. Lentamente, mi mano se movió bajo la manta, acercándola a Ryujin. La película pasó a un segundo plano, mi total atención estaba en ella.