Capítulo 4.

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Nahla

Max me avisa que está todo despejado y después de unos 10 minutos ya estoy en el supermercado con oliva y leo llenando el carrito con todo lo que se cruzan.

—Yo quiero eso —dice leo señalando unas galletitas de dinosaurio que no alcanza.

—Y yo los cereales de unicornio—ríe Olivia

—¿Algo más que queráis?
Olivia y leo intercambian miradas y gritan la misma palabra al mismo tiempo

—Fruta

Me rio ante ese escenario a veces se llevan mal ,pero son como mejores amigos.

—Pues venga vamos—Arrastró el carrito hasta la secciones de frutas.

—¿Cuáles compramos?

—Kiwi

—Fresas

—Vale

Cojo el kiwi de Olivia y las fresas de leo y nos dirigimos hacía el otro pasillo cojo una bolsa de pasta , salsa de tomate, 3 botes de pepinillos , queso y gambas.

Los pepinillos son lo más rico del mundo aunque Eira y Max digan que están asquerosos.

—Venga vamos a pagar.

Leo y Olivia me siguen en silencio y obedientes ,por más que los mimos son los niños más educados que he visto en mi vida eso es algo que los dos hermanos supieron hacer bien, educar a sus hijos bien y sin ningún tipo de "violencia".

—Hola señorita —saluda la cajera con una sonrisa mientras comienza a pasar los productos que pongo el la cinta.

—Hola—le devuelvo el saludo aunque sea una hija de puta sin remedio tengo educación así que no la voy a ignorar, la pobre señora habrá lidiado con idiotas todo el día no voy a añadir más a su lista.

—Efectivo o tarjeta.

—Tarjeta.

—Oye señorita, no quisiera incomodar, pero podría tomarme una foto con usted mi hija estudia arquitectura y dice que usted es su ídola.

—Si claro.

—Muchísimas gracias.

—No es nada ¿En qué año de carrera está su hija?

—Este es su último año.

Saco la tarjetita del bolso y se la extiendo.

—Estaré encantada de recibir a su hija en mi empresa si decide hacer las prácticas ahí.

—¿Enserio? Muchísimas gracias enserio —La señora intenta abrazarme y me alejo un tanto incómoda.

—Yo lo siento mucho no quise incomodarla señorita.

—No se preocupe ,no se lo tome personal solo que no me agrada mucho el contacto físico que digamos.

—Entiendo ¿Le gustaría venir a cenar a mi casa?

La miro incrédula y dudosa a la vez, acaba de invitar a una desconocida total a cenar a su casa está loca o que ,acepto la invitación ser cortes aunque lo más probable es que no vaya.

—Escríbele a mi secretaria y ella le dirá que día estaré disponible.

—Lo haré muchísimas gracias.

Salgo del supermercado con Olivia y leo cargados en brazos y con Aiden atrás mía empujando el carrito de la compra lleno de bolsas se supone que es un guarda espaldas,no tendría porque hacer esto pero el lo hace por gusto y no le entiendo.

Venganza inestable(+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora