Capítulo 7.

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Al entrar en el largo pasillo Luka me codea para que vea hacia el salón en dónde está sentado en suelo el niño jugando con un coche negro.

—Bienvenidos señores Watson siempre será un placer hacer negocios con vosotros—Escucho la voz del señor Garth detrás mía.

—Yo soy Alexander Keller no Watson.— Corrijo

—Disculpame señor fue un pequeño descuido, pero¿Por qué tienen diferentes apellidos si son familia?

—Vine aquí por negocios no para tomar café y chismear en son de amigos así que no metas en asuntos que no te incumben.

Siento como Cristian me codea y veo a Luka aguantarse la risa detrás mía.

—Si lo siento señor Keller.

—¿Empezamos ya o qué?Tengo asuntos pendientes que resolver— menciono adentrándome en el salón con Luka detrás mía como una garrapata.

El niño al ver nuestra presencia sale corriendo hacía el jardín.

—Si claro me encantaría, pero mi hija aún no se ha presentado y no podemos completar la venta sin su firma aunque ya me haya pagado— Justo cuando dice eso la mujer aparece en la puerta del salón con un mono negro y botas de tacón que suenan en cada paso que da,con el hombre que reconozco como Max detrás de ella.

—Wow las fotos no le hacen justicia—susurra Luka a mi lado a lo que le pegó disimuladamente, por dios es el enemigo.

—Buenos días señores —dice con una sonrisa falsa.

—Nahla al fin llegas —le dice su padre.

—Vayamos al grano no tengo todo el día.— se sienta al otro lado de la pequeña mesa en medio de la sala con el sujeto.

—Simplemente tienes que firmar.— dice su padre.

—¿Y yo qué gano?—pregunta encarnando una ceja mientras lee los documentos.

—Si quieres te puedo dar un porcentaje del dinero, pero legalmente esas partes de las acciones son mías.—interviene si padre ante de que Cristian pueda decir algo.

—Lo que tú digas, pero legalmente tengo el 50% de poder sobre esas acciones así que si no quiero firmar tu no podrás venderlas.

—Pero lo harás como la buena hija que eres—murmura su padre entre dientes y con la vena del cuello apunto de explotar.

—Ay señor está más viejo que Tutankamón háganos el favor a todos de verlo muerto ya—Dice Max con un tono aburrido haciendo que Luka estalle en una carcajada y Nahla aguantarse la risa.

—Lo siento—Se disculpa mi amigo dándose cuenta de su error y le hago una seña de que ya es hora para que vaya a por el niño.

—Disculpenme me tengo que retirar al servicio.

—Bien, en lo que estábamos ¿Qué gano yo?

—¿Que quieres tú?— preguntó siguiendole el juego para ver dónde acaba.

—El 40 por ciento de las acciones de tu empresa.

—Sigue soñando

—Es lo justo¿no?, tu te llevas el 40 de la mía y yo de la tuya.

—Hecho— Dice Cristian a mi lado sin consultarme cosa que hace que me hierva la sangre, no pienso darle acciones de mi empresa a esta mujer.

—No—espeto

—Entonces no firmo— Dice la muy descarada, pero si no lo hace el que sale perdiendo soy yo no ella.

—El diez por ciento.

Venganza inestable(+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora