Capítulo 10/2

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Parte dos

Cuando llegamos dos hombres me ayudan a subirlo arriba, Abby llega en 20 minutos por ahora me las tengo que apañar sola.

—¿Señorita nos quedamos a ayudarle?— pregunta cuánto lo tumban en el sofá.

—No, largo, tu también Aiden.

—Pero...

—Que largo dije, cuando llegue Abby que suba directamente.

—Lo que usted ordene.

Llamo a Eira para que venga y me meto a la ducha en la cual no tardo más de cinco minutos.

Me cambio de ropa poniendole una nueva venda a la herida de la pierna que no dejaba de sangrar.

Salgo al salón con el pelo empapado y me dirijo a la cocina a por el tarro de helado, se puede estar muriendo en el sofá, pero me importa poco no lo pienso tocar.

Cuando voy a sentarme comienzan a tocar el timbre desesperadamente .

—¿Estás bien?— pregunta Abby casi saltandome encima cuando le abro la puerta.

—Yo si.—respondo metiéndome una cucharada de helado en la boca.

—¿Entonces para que me has llamado?— su rostro pasa de la preocupación a la confusión total.

—En el sofá.— me aparto abriendo más la puerta dejandola entrar.

Se dirige hacía el y su cara de horror al verle no se hace esperar.

—Por dios¿Qué le ha pasado?— camina hacia el dejando la maleta gigante que arrastraba a un lado para comenzar a examinarlo.

Abre la maleta dejando a la vista un montón de artilugios médicos y medicinas.

Saca el monitor comenzando a armarlo poniendoselo a Alexander.

Le quita la camisa ensangrentada y comienza a inspeccionar las heridas de bala.

—Nahla sube la calefacción, necesito operarle ya, tenías que haberlo llevado a un hospital ha perdido mucha sangre.

Voy hacía el mini aparato subiendo la calefacción desde 18 grados a 24.

—Piensas operarle en mi salon o que.

—No me queda de otra o es eso o se muere.

—Que se muera ya me ha ensuciado el sofá no pienso dejar a la alfombra también, encima es blanca.

—Nahla no estoy para bromas busca la anestesia y pásamela.

Hago lo que me dice rebuscando la anestesia y dandosela, pero la rechaza indicandome que se la inyecte y es lo que hago, soy arquitecta, pero también he hecho un curso de enfermería así que se bastantes cosas de medicina, no tanto como Abby eso está claro.

—Ayúdame a bajarlo al suelo, necesito que le inyectes un miligramo de adrenalina por vía intravenosa cuando te lo indique puede entrar en parada por la perdida de sangre.

—Abby no puedo hacerlo.

—¿Por qué no?—pregunta mientras comienza a cortar la piel del brazo donde está la bala.

— Primero porque no soy médico, segundo lo quiero muerto.

—Primero puedes ser enfermera si quisieras ya que has estudiado lo suficiente y las enfermeras hacen eso, segundo si lo quieres muerto para que mierda lo has traído a tu casa y me has llamado, lo hubieras dejado tirado.

—Lo que tú digas, pero si por accidente le inyecto una sobredosis de cloruro de potasio en vez de adrenalina no me hago responsable.

Vuelven a llamar al timbre y me apresuró a abrir.

Venganza inestable(+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora