Back To You - Giyutan

Capítulo 3

"Eso es todo"

El relato había sonado tan irreal como toda la escena en sí.

Es decir, Urokodaki conoce lo que son las parejas destinadas. Esas que se asegura, son el complemento y a la vez la perdición de quienes las encuentran.

El alfa siempre deseó ver a sus alumnos felices. Ver a aquellos que sobrevivían prosperar a pesar de tan peligroso estilo de vida y que encuentren a esa persona planeada para ellos.

Pero nunca espero que fuera Giyu quien al final la encontrará.

Después de Sabito, Tomioka decidió aislarse y evitar cualquier interacción que no sea realmente necesaria con las demás personas y al ahora estar escuchandolo decir que lo ha encontrado, Urokodaki no puede evitar pensar en la dolorosa ironía de la situación.

El destino muchas veces es un hijo de puta.

De nueva cuenta, lo único que se escucha por unos largos minutos después de que Giyu termina de hablar es el repiqueteo del fuego entre ambos.

Urokodaki ha dejado la taza de té olvidada a su lado en algún punto y solo ahora se da cuenta de lo seca que se siente su garganta.

Él necesita decir algo. Sabe que Giyu está esperando a que le diga algo, pero cualquier palabra se queda atascada en su boca al no hallar manera de siquiera formular una frase coherente.

Es la primera vez, después de muchísimo tiempo, en la que Urokodaki Sakonji se queda sin palabras y puede sentir como en su rostro se han marcado la incredulidad y la lastima que, para la suerte de Giyu, están ocultas bajo su máscara.

El alfa mayor entonces toma aire antes de finalmente decir algo después de lo que se siente como una eternidad; una única pregunta que logra pasar por sus labios. "¿Qué harás ahora?"

Tomioka no dice nada. Voltea a ver al omega una última vez y, dejando la taza de porcelana a un lado, solo se inclina hacia adelante en una reverencia agradeciendo por el té con voz neutra.

Luego se pone de pie sin hacer ruido, sin molestarse en acomodar los bordes de su haori, y se encamina a la entrada.

"Giyu" Él insiste con voz severa al seguirlo con la mirada y ver como abre la puerta de la casa. Nunca terminará de entender estas actitudes del alfa y eso lo enoja.

El viento afuera sigue corriendo con fuerza y le remueve el cabello a Giyu al colarse hasta llegar a Urokodaki.

El alfa se queda unos segundos de pie bajo el marco dándole la espalda. Su puño se aprieta entonces y Urokodaki siente como el ambiente se vuelve más pesado por la cantidad de feromonas que son liberadas de repente.

Una mezcla peligrosa entre rabia y determinación.

Y Giyu habla, con voz casi rasposa y afilada antes de desaparecer de la misma manera que había llegado:

"Terminar el trabajo"

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¡TAN...!

Siente la pesadez de sus párpados cuando despierta. De hecho, todo su cuerpo se siente pesado. Casi como si la gravedad lo mantuviera pegado a... Lo que sea en lo que está recostado.

Sus músculos están entumecidos. Las puntas de los dedos de sus manos cosquillean y en general siente como si hubiera dormido demasiado.

Le toma un buen par de segundos lograr juntar la suficiente fuerza de voluntad para al fin abrir los ojos y lo primero con lo que se encuentra es un techo de tablas de madera viejo.