Capitulo 1

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CAPITULO 1

MILES

— ¡BEBE, BEBE, BEBE!

— ¡¿Quieren que lo beba?! — grite a todos los que se encontraban a mi alrededor. Todos gritaron un si en respuesta y yo lo único que hice fue reírme y obedecer. Todos estaban ya borrachos y ¿quién no?, yo también lo estaba. Mire a Mike y John, dos chicos que se encontraban a cada lado mío esperando mi señal. Asentí a ellos, puse mis manos en el barril y en un segundo las manos de ellos me agarraron los pies y me alzaron boca abajo y así empecé a beber del barril.

Todos gritaron y empezaron a beber más de lo que hacían antes. Cuando me pusieron con los pies en el suelo no pude evitar sentir el vómito ahí mismo provocando las risas de todos pero logre no vomitar toda la cerveza. Cuando me levante todos alzaron sus vasos hacia mí y bebieron. Mike me agarro del hombro y empezó a llevarme hacia la cocina.

—Viejo, esta es una de las mejores fiestas que hayamos hecho— yo asentí y empecé a reírme como un tonto mientras me sentaba en la mesa de la cocina. Mike era mi compañero de habitación desde el año pasado cuando entramos a la universidad, un chico asiático que conocía desde que tenía memoria. Ahora estábamos celebrando el último día de vacaciones en mi casa ya que la mía era más grande que la de él. Todos estaban disfrazados, había muchos que se vistieron de Drácula, zombies y entre otras cosas. Yo iba de pirata, llevaba un parche en el ojo, los pantalones holgados y negros con un trapo rojo en la cintura, una camisa blanca desabrochada hasta mitad estómago y un gorro pirata.

— ¿La ves esa de ahí? —mire a donde señalaba Mike. Me voltee un poco y me encontré con una chica pelirroja mirando a mi mejor amigo con una sonrisa—Me ha pedido ir a un lugar más tranquilo...tu sabes.

—Así me gusta, ¡ve!—choque los cinco con Mike y se fue con una cerveza en la mano. Me quede en la cocina todavía sentado en la mesa, mis pies los movía de atrás hacia adelante mientras tomaba de mi cerveza. Saludaba a la gente que pasaba y seguía bebiendo, la cocina era un lugar solo donde pasaban de vez en cuando para agarrar algo que tomar o comer de más.

Mi madre llegaría el día siguiente y ese mismo día en la tarde me iba, era mi último día aquí y me tendría que ir a la universidad otra vez pero eso no significaba que no habría más fiestas. Era conocido por hacer las mejores fiestas desde que iba a la secundaria.

Me levante de un salto y cuando me iba a girar para salir de la cocina, choque con una persona.

— ¡Lo siento! — grite sobre la música a todo volumen para que me escuchara.

— ¡No te preocupes...! ¿Eres Miles verdad? —mire de pie a cabeza a la chica que tenía en frente de mí; su pelo rubio llegaba hasta la cintura, llevaba puesto un traje de conejita...que de conejo solamente tenía las orejas, lo demás... el traje solamente cubría lo necesario.

—Emm...si—no podía parar de mirar su cuerpo, "Miles, mira sus ojos, no sus pechos" tarea imposible era como si mis ojos lo hicieran a propósito y más que estaba empezando a ver doble.

—Estaba buscando un baño y sin querer entre en una habitación y vi a una niña llorando y a una pareja besándose en la cama.

—Mierda...

Salí corriendo de la cocina a toda velocidad hacia el piso de arriba, dejando la imagen de los pechos atrás. Cuando llegue al cuarto mire de reojo a la chica que me había seguido y vi a la pareja en la cama.

— ¡Salgan ahora de aquí! — la pareja que se encontraba en la cama de mis padres teniendo sexo me miraron con cara de pocos amigos pero cuando se dieron cuenta de quién era, salieron corriendo intentando taparse con su ropa— Lo siento Jessy.

Me acerque a mi hermana menor que seguía llorando pero cuando me vio y la cargué en mi brazos, se tranquilizó y se escondió en mi cuello. Debería de haberla dejado con los Smith en vez de haberla dejado arriba de la fiesta...lo sé, no soy el mejor hermano del mundo. Pensaba que se iba a quedar dormida pero la música estaba demasiado alta.

Me senté en la cama y me quite el gorro dejándolo a un lado y ocupando mis dos manos en volver a dormir a mi hermana.

— ¿Es tu hermana? — sentí a la chica sentarse alado de mí y cuando la vi ella estaba viendo cariñosamente a Jessy con una sonrisa.

—Si, se llama Jessica.

—Lindo nombre—los dos miramos a mi hermana agarrar mi camisa fuertemente en un puño y cerrar sus ojos hasta quedar profundamente dormida. Me levante lentamente para no despertarla y la puse delicadamente en la cuna, la arrope y me di la vuelta hacia la chica que seguía en la cama.

—Es mejor que vayamos— ella asintió pero cuando iba abrir la puerta sentí sus manos en mi espalda y de un segundo a otro me puso contra la pared y se me acerco tanto a mi cuerpo que sentía su respiración en mi cara.

—Es mejor que nos quedemos un rato más aquí—puso mis manos en su cintura y ella toco mi cuello hasta llegar a mi cara y juntar nuestros labios en un beso salvaje y con deseo. Sus manos agarraron mi mano derecha y la puso en su pecho mientras que la otra en su trasero. Yo no me negué y seguí besándola siguiendo su juego. Pego su cuerpo al mío y toco el bulto en mis pantalones— Alguien está feliz aquí-Sonreí de medio lado y ella siguió en lo que hacía.

— ¡¿Kat?!

Los dos nos giramos hacia esa voz y desde la puerta se encontraba una chica mirándonos con la boca abierta y el ceño fruncido.

— ¡No espera, Amy! — Vi como la chica se iba detrás de la que acababa de llegar y me quedaba solo en la habitación.

La chica la acaba de llamar Kat, al menos se su nombre pero lo que me preocupa era ¿porque Kat se fue detrás de la chica como si la hubiera descubierto haciendo algo malo?

Bueno no era que me importara mucho abajo me esperaba la fiesta y sentía esa típica sensación en el cuerpo cuando estas borracho y tu cuerpo se mueve automáticamente. Me dirigí hacia las escaleras con en mano otra cerveza, listo a divertirme.

Amigos con derechosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora