Despedida

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Jude

El beso fue subiendo de tono y ella se subió encima de mi regazo sin separar nuestros labios. Empezó provocándome moviéndose encima de mí haciendo que mi temperatura subiera. Ella soltó un gemido al sentir la dureza dentro de mis pantalones. Ese sonido hizo que no pudiera aguantar más sin quitarle ese vestido, que a pesar de que me vuelve loco, prefiero verla sin él.

Alcancé la cremallera de la espalda y la baje, ella se levantó de mi regazo y su vestido cayó al suelo haciéndome admirar su figura. Ella se volvió a colocar encima de mí mientras me daba besos en el cuello haciéndome soltar pequeños gemidos. A pesar del poco tiempo que nos conocíamos sabía donde tocar para que me volviera loco.

- Te sobra demasiada ropa - me dice ella cuando se separa para mirarme y empieza a desabrochar mi camisa.

Me la quita con facilidad y desabrocha mis pantalones quitándomelos y lanzándolos a algún lugar de su habitación. Vi como volvía a la misma posición en la que hace unos segundos nos estábamos besando pero algo la frenaba a seguir.

- Si te vas a arrepentir de esto, ahora es el momento - dijo ella cerca de mí.

Sabía que no estaba bien, que esta última vez iba a hacer que no pudiera olvidarme de ella. Pero el problema es que a pesar de que no era lo correcto, era lo que quería hacer porque ella provocaba más cosas en mí de las que estaba dispuesto a admitir.

- Nunca voy a querer no follarte - dije yo y eso fue suficiente para que siguiéramos.

Después de un beso pasamos a quitarnos la poca ropa que nos quedaba mientras que ella sacaba un condón. Me lo colocaba mientras yo solo podía pensar en lo hermoso que era su cuerpo. Después de esto todo iba a cambiar pero estaba dispuesto a enviar todo a la mierda solo por tenerla en este momento.

Ella se volvió a subir encima de mí y bajo despacio mientras que notaba como me introducía dentro de ella. Ambos soltamos un pequeño jadeo al notar al otro y ella se comenzó a mover.

- Joder Emma... - dije yo mientras gemía encima de su boca.

Ella me contestó con un jadeo y aumentó la velocidad. Me encantaba ver que era ella la que dominaba la situación, eso me dejaba más tiempo para centrarme en ella y en lo preciosa que era.

- Jude... - gimió ella en mi oreja y eso hizo que mi temperatura subiera aun más.
- Me encanta que digas mi nombre - susurré yo en su oreja con la respiración entrecortada.

La miré a los ojos mientras ella se movía encima de mí causando más jadeos por parte de ambos. Tenerla encima hacía que me llevara al límite y no estaba dispuesto a acabar este encuentro tan pronto. Por ello, la cogí de las piernas dándonos la vuelta y apoyándola en la cama conmigo encima.

- ¿Por qué no me dejas seguir arriba? - pregunta ella mientras yo me introduzco en ella disfrutando de sus gemidos.
- Porque es nuestra última noche y contigo encima iba a durar poco - dije yo y vi como sus ojos se encendieron.

Comencé a moverme despacio disfrutando de su cuerpo y del placer que me recorría con cada embestida. Ambos gemíamos y sentíamos como cada vez estábamos más cerca del orgasmo. Aumenté la velocidad viendo cómo ella apretaba la sábana bajo ella con su mano y arqueaba su espalda, yo solo podía pensar que estaba ante una diosa con esa imagen.

- Me encantas - dijo ella mientras clavaba sus uñas en mi espalda.

Aumenté la velocidad no pudiendo esperar más y sabiendo que ella estaba cerca del orgasmo. Ambos gemíamos y creábamos una melodía que a mí me excitaba aún más. Justo cuando noté que sus paredes se apretaban alrededor de mí llegó mi orgasmo, acompañado por el suyo. Junté nuestras frentes y en la habitación solo se podían escuchar nuestras respiraciones. Se había acabado, ambos lo sabíamos pero ninguno dijo nada. Tiré el condón en la basura y me tumbé a su lado intentando recuperar el aliento.

El pacto - Jude BellinghamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora