Capítulo 8

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Era de madrugada y Jimin sintió unas inmensas ganas de comer algo dulce, estaba cubierto con los antojos, había comprado frutas, dulces y frituras saladas para cuando tuviera algún antojo y esa noche así era. Tenía mucha pereza pero su hijo demandaba alimento.

. Bien bebé tú ganas, vamos.

Bajó a la cocina y empezó a comer algunas fresas y duraznos. Cuando se sintió satisfecho lavó lo que utilizó y tomó un vaso de agua para empezar a caminar lentamente hacia las escaleras.

. Lento bebé, lento, no nos queremos caer. – le hablaba a su vientre mientras lo acariciaba.

Al pasar por lo que sería la habitación del bebé vio por el filo de la puerta una luz, abrió lentamente encontrándose a Jungkook con un overol puesto y con un rodillo pintando la pared.

. ¿Jungkook?

. Ey Jimin, ¿qué haces despierto?

. Lo mismo pregunto ¿qué paso?

. No podía dormir y quise adelantar.

. Pero…

. Ya casi acabo ¿vez? – señaló tres de las cuatro paredes pintadas.

. Lo que pegunto es ¿porqué no puedes dormir?

. No sé la verdad. – mentía, si sabia.

. ¿Estás bien?

. Si. – mentía de nuevo no lo estaba desde que vio a Jimin con esa pijama y su rostro sin una gota de maquillaje, con sus labios gruesos rojos y sus ojos color verde claro entrando por la puerta su pulso se había acelerado pero era bueno fingiendo tranquilidad.

. ¿Necesitas ayuda?

. No pequeño yo me hago cargo no te preocupes.

. ¿Seguro?

. Te lo juro. Ve a dormir, mi sobrino y tu necesitan dormir. Además el aroma de la pintura no les hace bien, ve a la habitación.

. Esta bien… muchas gracias por esto kook. – Jimin se acercó a Jungkook y rodeo su cintura con sus brazos y recargó su cabeza en su hombro y Jungkook rezaba para que Jimin no notará el ritmo de su corazón.

. No tienes nada que agradecer Jimin, lo hago por ustedes, me perdí tanto de mi hermano y mi padre en todos estos años que… siento que este es mi forma de pagarles a ambos…

. No fue tu culpa Jungkook, no fue culpa de nadie, mis suegros tuvieron sus razones, nadie aquí es culpable.

. Lo sé, pero eso no quita que me sienta mal por no saber que existían.

. No es tu culpa insisto, no fue culpa de ustedes hermanos, fueron cosas del destino, uno no controla todo en su vida y en su caso ustedes solo fueron víctimas de las decisiones de sus padres…

. Lo sé… gracias Jimin. – estaban abrazados en silencio pero entonces se dieron cuenta de lo que hacían… - bueno… yo me iré a la cama, si quieres seguir con eso o bien dejarlo y mañana cuando llegues de la empresa continuamos.

. Si – Jungkook carraspeo – yo seguiré ya mañana le damos los detalles de dibujos y eso.

. Perfecto, buenas noches Jungkook.

. Buena noches Jimin. – Jimin se encaminó hacia la puerta y antes de salir giro su vista hacia atrás cruzando miradas con Jungkook haciendo que el bajara la suya…

. Adiós.

. Adiós pequeño.

Jimin salió de la habitación cerrando la puerta y camino rápidamente a la suya cerrando la puerta y recargándose en ella.

. Por dios Jungseok… de verdad que eres un tonto, ¿como crees que yo me fijaría en tu hermano?… - claro que Jimin había entendido las palabras de su esposo en el  testamento pero no podía hacerle eso a Jungkook, obligarlo a tener una relación con el solo por que su loco esposo así lo decidió.

A la primera vez no lo entendió pero al leer el documento nuevamente tuvo que leerlo varias veces más para poder confirmarlo y entender la locura en las palabras redactadas por su esposo…

. Eso es una locura Jungseok… - se metió en la cama y trató de que esos pensamientos se fueran y él pudiera dormir, aunque no pido del todo pues su bebé estaba más inquieto de lo normal.

Jungkook por su parte siguió con lo suyo pero la mirada que le había dado Jimin antes de irse seguía en su mente.

Al día siguiente a la empresa llegaba un personaje rubio de lo más elegante y lleno de carisma.

. Señor no puede entrar. – se escuchó afuera

. El señor Jeon me recibirá no necesita anunciarme. – y de pronto el rubio entro y se dirigió hacia Jungkook dándole un beso en la boca.

. Que demonios – Jungkook lo aventó lejos de él causando que el chico casi cayera al piso.

. ¿Quién es usted?

. Mi amor… ¿Cómo que quien soy?

. ¿Mi amor? ¡¿Quien demonios es usted?!

. Jungseok… ¿Por qué te portas así conmigo.

. Yo no soy Jungseok con un demonio. ¡Quien demonios es usted!

. ¿Qué? Como que no eres…

. Soy su hermano gemelo – Jungkook se acercó al rubio y lo tomó del cuello. – y ahora mismo me dirás quien jodidos eres tú…

. Me esta lastimando, suéltame. - golpeaba la mano de Jungkook tratando de hacerlo soltarlo - Yo no sabía que Jungseok tenia un hermano gemelo. - su respiración se hacía más difícil.

. ¡¿Quién eres?! – apretó más.

. Soy… su amante. – Jungkook al escuchar eso lo soltó de golpe y el chico cayó al piso.

. Mientes, mi hermano no tenía amantes.

. ¿Cómo puedes asegurarlo? - el chico tosía, sobaba su cuello y jalaba aire, tratándo de que el oxigeno regresara por completo a sus pulmones...

. Él no era así.

. ¿Repito cómo lo sabes? ¿Te dice todo?

. Mientes. El amaba a Jimin – la risa que dejo salir ese rubio le dio rabia.

. Ese mojigato sin chiste. Por favor… ya planea dejarlo. Siempre me dice mientras estamos haciendo el amor, como es que ya se aburrió de él y que quiere estar conmigo.

. El no era así…

. ¿Por qué dices, era? - hasta entonces el rubio preguntó.

. Mi hermano murió hace semanas después de un accidente de auto… - el rubio palideció y de pronto su cuerpo dejó de responderle, cayendo de rodillas en el piso de la oficina.

. No es cierto… mientes, no esta muerto... - el rubio epez a llorar desgarradamente - él me amaba y dejaría a ese idiota para casarnos.

. No, quien miente eres tú. Mi hermano no tenía amantes el estaba enamorado de Jimin.

. Ay dios ¿de verdad crees esa estupidez?… ¡el me amaba a mi!

. Largo de aquí. ¡Largo! – Jungkook no quería escuchar más palabras de ese rubio. - ¡seguridad! – los hombres aparecieron enseguida. – ¡saquen a ese maldito infeliz mentiroso de aquí! ¡Y no lo dejen pasar a esta empresa de nuevo, nunca!

. Si señor, acompañenos por favor. – pidió uno de los hombres de seguridad tomando del codo a aquel rubio del que Jungkook no sabia ni su nombre pero tampoco le importaba.

. ¡No me toque maldito igualado! – el rubio salió ofendido de la oficina, pero con una sonrisa, ya había dejado una daga envenenada de duda en el alma de Jungkook.

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🫶🏻 Que tengan buen día corazones 💋

Mi Destino Eras Tú - 💖 KkmnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora