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Era de noche y tu novio, Héctor, y tú decidisteis salir de fiesta con vuestros amigos para celebrar el cumpleaños de vuestra amiga en común, Daniela.

La discoteca estaba abarrotada y el ambiente era electrizante. Héctor y tú os unisteis al grupo de vuestros amigos en la discoteca, las chicas bajasteis abajo para bailar en la pista de baile para darlo todo, riendo y disfrutando del momento mientras que los chicos decidieron quedarse en la zona vip.
Todo iba bien hasta que mientras que estabas bailando con las chicas una de tus canciones favoritas, sentiste como alguien se te acercaba mucho, no le diste importancia hasta que el contacto se hizo más cercano. Te diste la vuelta para afrontar a la persona y te topaste con un chico rubio que parecía ser uno o dos años mayor que tú

— Hola guapa, te gustaría bailar? — te susurró al oido mientras se acercaba a ti —

Tus amigas no te prestaron atención ya que con la música tan alta y en el estado en el que se encontraban no se estaban enterando de nada.
Héctor, desde la zona vip notó que el chico se te acercaba demasiado y cuando el chico comenzó a susurrarte algo al oído, el futbolista sintió como le hervía la sangre y decidió ir hacia donde estabais ambos para intervenir.

— Oye, puedo ayudarte en algo? —preguntó tu novio, mientras apoyaba sus brazos en tus caderas, observando al chico con cara de pocos amigos —

Sabías como era tu novio cuando se ponía celoso, te divertía verlo en ese estado ya que se volvía furioso y parecía hasta un novio tóxico.
El chico, con una actitud desafiante, simplemente sonrió y se encogió de hombros. No parecía tomar en serio la presencia de tu novio, notaste a Héctor apretar el agarre de tus caderas con más fuerza que antes, sabías que estaba a punto de perder el control por eso te giraste hacia él para poner tus brazos al rededor de su cuello y pegar vuestros labios. A tu novio le volvió loco el acto que hiciste sobre él y más delante del otro chico.

— Amor, déjalo — dijiste acariciando su nuca — No merece la pena
— Te he dicho ya cómo me pones con ese vestido? — te susurró sobre los labios apretando tu trasero —

Reíste por la facilidad que tuvo de esquivar el tema que había hecho que acabase aquí contigo. Te separarste te él y te diste la vuelta encontrándote con el mismo chico, no se había ido de ahí aún. Héctor, detrás tuya vio como el chico le daba una repasada a tu cuerpo, eso le puso de mala leche pero la gota que colmó el vaso fue cuando se acercó a ti para presentarse.

— Encantado nena, me llamo Ismael — dijo mientras te sonreía y te daba un beso en la mano —

Apartaste la mano rápido, dándote la vuelta con la intención de sacar a Héctor de ahí, lo miraste y viste como apretaba su mandíbula y fulminaba con la mirada al otro chico

— Héctor, vamonos, es un pringado — dijiste intentando que te mirase pero su mirada estaba puesta en el chico —

Trataste de moverlo pero su musculatura y altura te lo impidieron completamente

— Nena?! — preguntó incrédulo mirando al chico — Tú quién coño te crees que eres para llamar a mi novia así?
— Pues no lo sé, te aseguro que con mi presencia ya he causado más que tú en ella — dijo desafiando a Héctor —

Sentías que ibas a reventar de la rabia pero preferiste evitar los comentarios porque no querías que esto fuera a más y más cuando sabes que tu novio es un famoso futbolista conocido en toda Barcelona y podría crearse una mala imagen ya que cualquiera lo puede reconocer y grabar las cosas sin contexto.

— Héctor — advertiste intentando que te mirase —

Héctor, celoso y protector, no pudo contenerse y te apartó de delante de él sin hacerte daño, intentaste evitarlo pero debido a su fuerza y altura fue imposible, se acercó al chico dejándote detrás suya.

𝐎𝐍𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒 || Héctor FortDonde viven las historias. Descúbrelo ahora