Nᴜᴇsᴛʀᴀ Vɪᴅᴀ 《HʏᴜɴIɴ》

Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 15

POV HYUNJIN.

Desperté y sentí que estaba sobre algo muy suave, pero no se trataba de ninguna almohada o cobija... abrí mis ojos y me encontré con el pecho descubierto de Jeongin.

Subí mi mirada y él seguía durmiendo, sus labios estaban entreabiertos y sus pestañas largas descansaban de una forma adorable, su rostro a pesar de ser el de un chico maduro, cuando dormía lucía como un pequeño niño de ocho años, esa ternura permanecía en él.

Me levanté con cuidado para no despertarlo y empecé a recordar todo lo ocurrido la noche anterior... nos habíamos unido nuevamente.

No pensé que algo así ocurriría en mi vida, jamás imaginé que los recuerdos de una vida anterior regresaran y que, las personas que formaron parte de ella estuvieran en esta también.

Ahora ambos recordábamos nuestro pasado, uno terriblemente doloroso, pero...

—Hyunjin hyung. —La voz ronca de Jeongin irrumpió en mis pensamientos.

—Innie, ¿cómo amaneciste? —Me acerqué feliz y le di un pequeño beso en la frente.

—Creo que... voy a estar indispuesto hoy...

Miró en diversas direcciones con nerviosismo, su rostro estaba sonrojado y se acomodó con sumo cuidado sobre el cobertor.

En esta vida, había sido su primera vez, estaba claro que iba a estar adolorido y yo me encargaría de apapacharlo como se debía.

—Sinceramente no puedo decirte que lo lamento, porque no es así, amé hacer el amor contigo anoche y.

—No hay nada que lamentar, si por mi fuera, desde hace tiempo lo habría hecho contigo. —Soltó repentinamente y ahora el sonrojado era yo.

—¡Innie!

—¿Qué? —Frunció el entrecejo y luego rio—. Es la verdad, no voy a mentir. Mi cuerpo te necesitaba desde el primer momento. Pasaron siglos, hyung...

—Eres un calenturiento, no quieras echarle la culpa a nuestro pasado por tu deseo de tenerme de nuevo en tu cama. —Reí.

—¡YAH! ¡Pero es verdad! O sea... si soy medio caliente... pero ¡solo contigo!

—Soy irresistible ¿no? —Me estaba divirtiendo.

—¡Aish! ¡Que príncipe heredero ni que nada! ¡Príncipe vanidad! ¡ese eres! —Rio.

—Soy tu príncipe. —Me acerqué y lo besé.

—Eres mi rey. —Dio otro beso.

Estaba feliz de estar a su lado, todo era demasiado diferente al pasado, antes no podía tener acercamientos tan íntimos con él, ni siquiera las veces que nos entregamos en este mismo lugar, porque siempre teníamos que apresurarnos, no había tiempo de arrumacos o charlas profundas, podíamos ser descubiertos en cualquier instante y... no queríamos que pasara algo malo. Aunque pasó.