Misión 2: Operación Strix

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Misión 2: Operación Strix

Twilight siempre fue frío y reacio a creer en el amor, la alegría y la dicha de formar una familia. Había dejado atrás cada uno de esos deseos cuando se unió al ejército, —posiblemente a los dieciséis—, y al poco tiempo de entrar en WISE, reafirmó esta creencia al enfrentar peligros mayores.

Desde infiltrarse en la mafia más peligrosa hasta detener una bomba nuclear. ¿Cuántas veces había enfrentado el peligro? Debería haberse acostumbrado, dirían algunos, pero cuando recibió la noticia de que el cuartel general lo requería de inmediato, presentía un peligro inefable. Quizás sus instintos, que se habían agudizado con el tiempo, se encargaron de advertirle que algo se acercaba. Algo grande que tal vez lo llevaría a otro rumbo inexplicable de su vida.

—Es un gusto verte, agente Twilight. ¿Buenas tardes? O tal vez buenas noches. Sea cual fuere la hora, tenemos una misión especial para ti —dijo Sylvia, con ese tono de siempre. Había algunas veces en que pensaba que la mujer era la encarnación de la seriedad. Le recordaba un poco a ese personaje de 'El diablo viste a la moda'.

—¿Cuál es esa misión? —se sentó en la silla de enfrente del escritorio, fijando su mirada en Sylvia. Ella cerró los ojos.

—Esta sin duda será la misión más difícil que tendrás en tu vida. Por ello, hemos encargado lo mejor de lo mejor —dijo Sylvia—. Pueden pasar —Twilight miró cómo las puertas se abrían de par en par y que de ellas salían tres siluetas que le eran familiares.

—En esta nueva misión deberás infiltrarte en las instalaciones de la academia Eden, bajo la imagen de un padre de familia. Tu hijo o hija deberá obtener Siete Stellas para poder asistir a las reuniones especiales a las que asiste el hijo de tu objetivo, Donovan Desmond —dijo Sylvia—. Esta misión lleva tres fracasos seguidos y tú eres nuestra última opción. Para proteger la paz entre Westalis y Ostania deberás impedir que el partido que rige Donovan Desmond no incite a la guerra —finalizó Sylvia, con un rostro serio. Finalmente, Twilight divisó a la perfección las tres siluetas que se posaron frente a él.

—Para salvaguardar a tu familia, le pedimos a los de Garden una de sus mejores asesinas, Thorn Princess —dijo Sylvia, mirando cómo la antes mencionada salía de entre las sombras del cuarto que se forman bajo la poca luz que entra desde las afueras.

—Momento, ¿por qué tengo que formar una familia? ¿No es mejor infiltrarme bajo otros medios? —la duda lo carcomía a Twilight, que se mantuvo con la mirada fija puesta en Sylvia. La mujer respondió cortésmente:

—Ya lo hemos intentado en el pasado, pero fracasamos en el intento. Por eso pensamos que lo mejor era ir de encubiertos, como civiles normales. Así Donoband no se mostraría tan cerrado como antes, sobre todo si tiene un íntimo amigo que lo apoya —dijo Sylvia y Twilight parecía entender cómo iba el asunto. Se fijó en la otra mujer en la sala, de cabello negro y ojos al rojo vivo de la sangre. La recordaba por una misión que tuvo a su lado donde, luego de una pequeña charla, conoció un poco más de Yor, que era su nombre real.

—Es un placer verte de nuevo, Yor —dijo Twilight y Yor asintió, con una sonrisa de oreja a oreja plasmada en su rostro fino y joven.

—Luego coquetean —bromeó Sylvia, y Yor se sonrojó mientras Twilight miró a la mujer con rencor—. Para ayudarte ante cualquier inconveniente que surja durante el tiempo en que estés en la misión, se te brindará la ayuda de Nightfall. Puedes pasar —le ordenó Sylvia a la segunda mujer, que a diferencia de la primera, Nightfall era de mirada seria. Tenía el cabello blanco y ojos imperturbables de un tono plateado, posiblemente.

—Nightfall, cuánto tiempo de no vernos ¿verdad? ¿Cómo te ha ido? —le preguntó Twilight con la mirada suavizada. Su antigua alumna lo miró sonriendo, algo muy raro en ella.

—Todo bien, Twilight. Con algunas misiones pendientes, pero ya no tengo problemas para mentir —dijo Nightfall y Twilight asintió. Se giró para ver a Sylvia, que le daba un sorbo a su café.

—Imagino que aún hay más ¿verdad? —le preguntó Twilight y Sylvia asintió. La última silueta se reveló y su identidad sorprendió a Twilight ante este reencuentro, que ni tanto pues hacía una semana que lo vio por última vez.

—Franky —musitó Twilight y Franky, un hombre de pelos alborotados y de rostro amigable y chistoso, lo miró confiado.

—De nuevo nos toca juntos, Twilight —dijo Franky y Twilight asintió. Sylvia continuó hablando.

—Luego se besan ustedes dos. Aún tenemos algo que resolver —dijo Sylvia y Twilight la miró desconcertado.

[...]

Ajeno a ello, en la escuela Eden, Itsuki mantuvo esa mirada de catatonia durante un tiempo. Quizá durante toda la clase. Y cuando el timbre puso fin a clases, los alumnos salieron sin rechistar.

—¿Esposo? ¿Por qué mierda dije eso? —se reclamó a sí misma por eso. Nunca fue buena con las mentiras y mucho menos le gustaba decirlas—. No sé cómo salir de esto... —pensó Itsuki, que se reclinó en la silla y cerró los ojos. Seguía pensando en lo que conversó con Ichika por Line. Había estado con la idea en su mente, planeando alguna excusa para el sábado.

—Srta. Itsuki, ¿no planea irse? —Itsuki escuchó la voz del Mtro. Henderson desde la puerta. Se levantó de la silla y le respondió:

—Lo siento, Mtro. Henderson. Me distraje pensando y no noté la hora. Ahora mismo me voy —dijo Itsuki y Henderson asintió, marchándose de allí. Itsuki continuó divagando entre sus pensamientos mientras se detenía a pensar un poco en sus posibles excusas para justificar su mentira. Desafortunadamente, no halló alguna decente que pudiera usar en ese momento.

Salió del salón y se movió entre los extensos pasillos de la academia Eden, que bien podría decirse que eran infinitos, pues cada año parecían aumentar los metros cuadrados de la escuela. Itsuki se detuvo cuando miró el mensaje que había recibido hace un momento.

¡Nos vemos este sábado en el aeropuerto! Muero de emoción por conocer a tu esposo, hermanita.

Itsuki se mordió el labio mientras internamente refunfuñaba por su estupidez. Y sin saberlo, habría de encontrar un esposo más pronto de lo que pensaba.

Continuara...

¡Gracias por leer! Nos vemos en la proxíma actualización.


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