Misión 7: Farsa de amor

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Misión 7: Farsa de amor.

—¿Qué dijiste? —pregunto Itsuki, sorprendida. Loid se acercó a ella, con el propio eco de sus pasos, y se sentó a su lado.

—Tu estabas enamorada de Futarou ¿Verdad? —le pregunto Loid, con el rostro serio. Hubo un silencio y la tensión se cargaba en Itsuki, que abrió los ojos sorprendida. ¿Cómo es que había sido descubierta? ¿Será que lo había dicho y no se dio cuenta? ¡Estaba que se moría de vergüenza!

—Y-yo... Bueno si, pero ya no. O quizás si, yo... —Itsuki noto la mirada fija de Loid lo que le dio más vergüenza—.  Si, me sigue gustando —dijo Itsuki, cayendo ante la presión de Loid. El hombre sonrió, pareciendo que había encontrado el tesoro que buscaba, y hablo como el padre que fingía ser.

—Supongo que usted quiere superarlo ¿No? —Itsuki asintió—. Le propongo algo —Loid había captado la atención de Itsuki, quien se limpiaba las lágrimas de sus ojos.

—¿Qué? —dijo Itsuki. Loid saco un pañuelo y con le limpio las lágrimas a Itsuki.

—Usted quiere superar a Futarou, pero no podrá hacerlo si no encuentra a alguien más en quien pensar ¿Me equivoco?

—No...

—Bueno, le propongo algo. Usted se convierte en la madre de Anya y mi esposa para el resto, pero será solo un matrimonio falso —Itsuki se veía confundida y Loid sabía que tenía que arreglarlo—. Mire, para ayudar a usted también como lo hace conmigo, puedo ayudarle a superar ese amor que tiene por Futarou. No lo sabe usted, pero soy psiquiatra y por ende le puedo dar unas cuantas terapias para superar a Futarou —el plan era perfecto. Twilight había hecho una mentira en segundos, algo muy sorprendente, pero así era Twilight. No por nada era el mejor espía de WISE.

Itsuki se mantuvo aislada del mundo y de quién sea que estuviera hablando. Debía pensarlo muy bien pues un matrimonio no era cualquier cosa. Ella era una chica que nunca mentía, y mas aparte de que no le gustará la idea de mentir, la verdad es que era pésima para eso. Ser un mitómano requiere de mucho pensar y de memorizar cada mentira que se había dicho. Aunque ahora que lo pensaba, no tenía mucho que perder. ¿Qué sería lo peor? Era una mujer de soltera que no tenía ningún pretendiente. Lo máximo que tenía sería su trabajo en Eden.

—¿Usted me promete que no habrá nada indebido? —Loid asintió—. Creo que lo mejor sería una familia completa. Acepto —dijo Itsuki.

—Le prometo que le ayudaré a superar su amor —dijo Loid, estrechando su mano con la de Itsuki. La mujer gesto un asentimiento.

Así fue como su mentira comenzó. Una familia llena de mentiras y recuerdos fúnebres. ¿Será que podrán llevar una vida normal?

[...]

Llegó un camión con cosas de Itsuki, aunque eran pocas. Loid y Itsuki bajaron para ir por las cocas cuando se toparon con Yor, que cargaba cinco cajas como bolas de papel. Twilight no pudo evitar pensar en la fuerza de gorila que la mujer tenía.

—Señor Loid, ¿Dónde dejo estás cajas? —pregunto Yor con una sonrisa. Itsuki abrió los ojos de la sorpresa.

—En la sala está bien —dijo Loid y Yor asiente. Paso al lado de ambos que le seguían con la mirada.

—Ella es Yor. Es la niñera de Anya —dijo Loid, aún sorprendido. Itsuki le volteo a ver.

—Es... Linda —se volvió al frente—. ¿No te molesta que traiga todas mis cosas a tu casa? Podría haberlas dejado en mi departamento —dijo Itsuki bajando las escaleras.

—Claro que no, Itsuki —la mujer le miro—. Lo mejor es que estés cómoda como si estuvieras en casa —dijo Loid. Itsuki se sonrojo y agacho la cabeza.

—Gracias —dijo Itsuki.

La mudanza no tardó mucho, digamos que una hora y media, el tiempo restantes se la pasaron hablando de los términos de su contrato matrimonial. Entre sus reglas más importantes habían tres:

1. No sé permiten cosas sexuales o románticas sin el consentimiento del otro, esto incluye: besos, caricias en el cuerpo, sexo, etc. Esto puede cambiar si la situación lo requiere.

2. Si alguno de los dos se siente incómodo con algo, puede decirlo o, en el peor caso, golpear al otro. El matrimonio puede ser anula en cualquier fecha.

3. Una vez que Itsuki haya superado a Futarou puede divorciarse de Loid.

La noche estaba por caer y Itsuki veía por la ventana el sol que se escondía entre los edificios. Fuera de su propio mundo, estaba Anya que le miraba con los ojos fijos en ella. Itsuki noto la mira intensa de Anya, que más bien era una de curiosidad, y se giro para verla.

—¿Sucede algo, Anya?

—Anya nunca había tenido una mami y se preguntaba que es lo que hacen las mamis —dijo Anya e Itsuki ensanchó los ojos. ¿Qué debía decirle? Loid no estaba pues se hallaba en la cocina preparando cocoa.

—Pues... Las madres se encargan de cuidar a sus hijos. Los llevan a la cama y le avientan cuentos; cuidan de ellos cuando se enferman y les dan abrazos y besitos cuando se van a la escuela —Itsuki miro a Anya; la niña tenia estrellas en sus ojos y una especie de brillo en su rostro que era inexplicable. En segundos el rostro de la niña cobro vida y parecía que fuera parte de un cuento de hadas.

—¡¿Eso quiere decir que tú harás eso conmigo?!

—Bueno, como es lo que una madre debe hacer, lo haré —dijo Itsuki, nerviosa. Anya corrió hasta Itsuki y le abrazo por la cintura. Los brazos de Itsuki quedaron tendidos en el aire mientras miraba con sorpresa a Anya. Al lugar había llegado Loid que los miraba con una sonrisa.

—Traje la cocoa —dijo Loid, dejando las tres tasas en la mesa. Anya miro a su padre con el mismo brillo de antes.

—Papi, mami Itsuki dijo que contaría un cuento —Loid miro a Itsuki que seguía sorprendida.

—¿En serio? Que emoción —Anya asintió—. Itsuki, ¿Quieres que te acompañe? —la mujer se volvió con Loid.

—Este, si quieres —dijo Itsuki. Loid asintió y le dió un sorbo a su cocoa.

[...]

—Y vivieron felices por siempre —habia terminando de contar el cuento y Anya había caído dormida en su suave cama. Loid se hallaba recargado en el marco de la puerta en silencio. Itsuki miro semblante tranquilo que la niña tenia; era una princesa de los sueños que ya dormía en la tranquilidad de su hogar. Esto de algún modo la conmovió y trajo un quejido de ternura.

—Es bastante tierna cuando duerme —dijo Loid.

—Si, ojalá así fuera para siempre —dijo Itsuki. Se levantó de la cama y fue con Loid. La puerta se cerró, cuando Anya dio un último suspiro agotado. El día había sido bueno.

Me gusta escribir esta historia, aunque no tiene tantas lecturas como las otras, pero ya no importa ¡Estoy escribiendo para mí! Por lo que ya veré como le continuo. Estoy esperando a llegar a los 20 capítulos en todas las historias para dejarlas en pausa un ratito en lo que termino Reencarne En Itsuki Nakano.

Cómo sea, me estoy adentrando mucho en mis propios pensamientos.

Gracias por leer. Deja un voto y comentario para apoyar la historia.

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