Votre Majesté |YoonMin|

VI

— Líder, ¿cuándo se casará el príncipe Jimin?

Los ojos de Seung fueron al concejo que lo veían detenidamente ante aquella pregunta que hizo callar a todos los presentes. El líder boqueó un poco y solamente negó leve con una sonrisa.

— Aún no hemos empezado las propuestas de matrimonio con los clanes, es algo muy serio.

— Supe que el príncipe Jungkook ya ha sido comprometido con el primer hijo de los Kim.— Dijo el lord mano Min.— En cierta manera es ventaja para nosotros puesto que el príncipe Jeon es su sobrino y la luna Jeon es su hermana, majestad.

— Si, eso nos ayuda mucho.— Murmuró el líder Park suavemente.— ¿Cuántos años tienen Jeon Jungkook y el heredero de los Kim?

— El príncipe Jeon tiene dieciseis años, majestad y el príncipe Kim Seokjin tiene veintiuno. Por eso mismo digo que el príncipe Park debe empezar a buscar una pareja, un príncipe consorte.

— Debo hablar con él, no creo que le parezca mucho la idea de buscar un esposo.

— Majestad, sin ofender, pero es momento que el príncipe asuma sus responsabilidades como heredero, ¿no es así?—  Preguntó el líder Kim viendo a Seung.— Por lo que ofrezco a mi tercer hijo, Kim Taehyung.

— Sería mejor que tome a alguien más, majestad.— Dijo de repente el lord mano hacia el líder Park.

— ¿Rechaza la oferta de matrimonio, lord mano?

— Los Kim ya están con los Jeon y por ende, está con los Park. Podría ver con otros clanes.— Mencionó el hombre mayor.— Los Min podrían considerarse.

— ¿Está jugando? — Dijo el líder Jung con una sonrisa divertida.— El clan Min ya no existe, lord mano. Prometer al príncipe con su hijo sería una pérdida de tiempo; no hay ejercitos, no hay hombres, no hay abanderados ni buenos lazos de prosperidad.

Min Haesoo apretó su quijada con fuerza manteniendo sus ojos en el hombre ajeno quien solamente le veía de reojo.

— Mi hijo al no tener sangre real sería mejor opción, así no se perdería el linaje Park.— Dijo ahora Haesoo.

— Hablaré con mi hijo, por lo que me gustaría que salgan ahora mismo.— Dijo ahora Park Seung viendo a los presentes, luego llevó su mirada uno de los tantos guardias presentes.— Ve por el príncipe Jimin.

[...]

— ¡Ya te gané!

— Aún no estoy en el piso, majestad.

El Omega gruñó con cansancio bajando la espada que tenía en sus manos mientras jadeaba.— Es injusto, mi Omega no está acostumbrado a tu ritmo.

— Lo sé, por eso mismo si entrena conmigo no tendrá a quien temer.

Jimin bufó un poco y solamente asintió leve mientras tomaba nuevamente su espada y apuntaba a Yoongi quien tenía la suya de igual manera. Antes de iniciar la siguiente pelea entre ellos, el guardia llegó y dio una reverencia hacia el príncipe quien le vio detenidamente.

— ¿Pasa algo, soldado Lee? — Preguntó Jimin con suavidad.

— Su padre le busca, alteza. Necesita hablar de algo importante.

— Oh, entiendo.— Murmuró suave y guardó su espada a un lado de su cadera mientras llevaba sus cabellos hacia atrás.— Vamos entonces.

El camino fue ciertamente corto hasta llegar al salón del concejo donde todos aquellos hombres se mantenían fuera de este, teniendo sus ojos fijos en ellos. Jimin entró viendo como el guardia se quedaba a custodiar la puerta y luego miró a su padre quien tenía los labios apretados levemente.