Los diez deseos

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Una semana después del anterior incidente...


Otro extraño fenómeno estaba ocurriendo en Gensokyo, era una hermosa primavera donde la nieve pro fin se iba y florecían bellos cerezos, sin embargo sobre ellas sobrevolaban algunos espíritus.


La primera en darse cuenta fue la jardinera Youmu, quien notó que en realidad se trataba de espíritus divinos, estos aparecían y desaparecían además de que ella podía sentir ligeros deseos en ellos. Al observarlos mejor se dio cuenta que se dirigían a la villa humana. —Parece que tendré que ir, supongo que esto cuenta como parte de mi trabajo, siento una ligera curiosidad también. Me pregunto que será?


...


Reimu, Marisa una vez mas se reunieron para investigar.—Esto ya ha pasado antes no?, te acuerdas Marisa?, esa primavera donde los espíritus estaban por todas partes.


Marisa asiente recordando.— Claro que me acuerdo!, esa vez, fueron los del mundo de los muertos, ah como se llamaba?, la que tiene unos pechos giga-


Sanae la interrumpe llegando al templo Hakurei. —Podrán ser ellos otra vez?, debemos ir a investigar!


—Sanae tu no eres bienvenida aquí lárgate!— Reimu le grita para que se fuera.


Sanae la mira desafiante.—Oh vamos Reimu el otro día estábamos como si nada, ya supera que te gané 5 veces seguidas el único dinero que tenías.


"Un día de estos la voy a matar de verdad". —Bueno esta bien puedes acompañarnos, pero no molestes tanto.


...


Las tres salen rápidamente llegando con Yuyuko.—Pero si son Reimu y sus novias, que hacen por estos lares, y como entraron?!, se supone que Yukari ya reparó la barrera!


—Pues al parecer Yukari no esta chambeando otra vez, pero eso no importa que haces con estos espíritus?!


—Y donde esta la buena de Youmu— Marisa añade tranquila.


—Quien sabe, salió hace rato. Pero por que me incriminan a mi, estos espíritus son diferentes a los que yo manejo, no son mi problema.


Sanae agacha la cabeza triste. —Vinimos a qui por nada entonces...


—Si les sirve de algo los espíritus divinos se dirigen a un cementerio, el cementerio del templo Myouren, cerca de la aldea humana.


—Que!, otro templo?!— Sanae y Reimu gritan a la vez y se van corriendo de una. Reimu arrastrando a Marisa.

...

...

Mientras tanto en la villa humana...

Aki se encontraba paseando por el lugar mientras buscaba un establecimiento para comer, sorprendentemente la villa era un lugar muy tranquilo pero animado a la vez. Era un ambiente que raramente sentía en la ciudad donde venia, ahora que lo pensaba bien, ya había pasado mucho tiempo desde que entro a Gensokyo...

Perdido en GensokyoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora