—Es hermoso, ¿por qué te lo has comprado? ¿A dónde planeamos ir? —Liam me pregunta, le he enseñado el vestido que encontré en la mañana. —Amm... Digamos que no fui yo quien lo compró —cuando hablamos sobre Caleb, omití la parte del vestido, porque no me pareció irrelevante hasta ahora. —¿Tu mamá? Tal vez es una fiesta sorpresa para celebrar tu cumpleaños. —No quiero decirle quién realmente me lo ha dejado, presiento que se molestaría. Agarro valor y respiro hondo. —Lo encontré en la mañana sobre mi ventana y no fue mi madre, ella me lo hubiera dicho, creo que fue Caleb —suelto rápido, esperando la reacción de mi mejor amigo.
—¿Caleb? —dice desconcertado, su rostro se endurece al recordar ese nombre —¿Te dijo por qué? —me pregunta con hastío. Yo niego con la cabeza —definitivamente tenemos que hacer algo, esto no está bien, nada bien Kao —suspira y deja salir lo preocupado que está.Rápidamente Liam toma mi laptop y empieza a teclear, me muevo detrás de él y veo lo que está en el buscador. —Aquí dice que hay un hombre llamado "Karim" que nos puede ayudar, deberíamos contactarlo —opina Liam. Sí, estoy de acuerdo, ¿mañana después de clases? —estoy más que dispuesta a ir, no quiero seguir con esto. —Sí, aguardaré su información.
Cuando se oscurece, mi madre llega, apenas nos dirige la palabra y decide ir a recostarse, yo prefiero no molestarla.
—Bueno, ahora ponte esto —me ofrece Liam un rosario que tiene una cruz color dorado en medio, —lo acepto extrañada. —¿Para qué? —pregunto confundida. —¡Dah! Necesitas uno para que no se acerque a ti. Ahora pongamos sal, tal vez funcione. —dice recalcando su idea que había expuesto en la mañana. Creí que era ironía, pero creo que se lo tomó en serio. Vamos por la sal y la esparcimos en la ventana y alrededor de mi cama. Sé que es algo estúpido, pero tenemos que intentarlo. —No puedo creer que te quede esa pijama —le presté un conjunto de ropa para dormir que mi madre me dio y me quedó demasiado grande ¡Y le ha quedado a la perfección a Liam! —Ni tanto, me queda ajustada pero es
cómoda, no me quejo —opina.
Nos recostamos los dos en mi cama y nos miramos fijamente. —Buenas noches, si sucede algo me despiertas. —me mira fijamente a los ojos, para que me quede claro lo que me ha dicho. —Lo haré, Liam. Buenas noches.
Ni si quiera me di cuenta cuando me quedó dormida...
En mi sueño revivo el momento exacto donde las lámparas se quiebran, después me manda directo cuando las ventanas explotan y se le incrustan en la mano de Apolo, empiezo a escuchar una voz lejana: aléjate de él, oh le pueden pasar cosas peores. Acaba. Todo es oscuro, solo escucho mi respiración, pero no puedo ver nada... Despierto agitada y sudada, ni siquiera sé por qué me he puesto así. Respiro hondo y me levanto para sentarme en la ventana, la abro y dejo que el aire frío entre. —Buenas noches bonita —saluda, mis músculos se tensan y hace que voltee rápido hacia donde proviene esa voz. Lo veo en la esquina de mi habitación, caminando lentamente en mi dirección. —Caleb —digo con voz queda.
—¿No puedes dormir? ¿acaso soñaste con el hijo de puta que te está coqueteando y te ha dado asco? —dice con un tono nada amigable. —¿Cómo sabes de...? —me callo porque me doy cuenta de que mis sospechas eran ciertas. —Tú fuiste quien hizo todo eso en la mañana —afirmo. —¿Y? —dice dándole menor importancia. —Es un ser inferior, no puedo dejar que se acerque a ti. —opina y hace un gesto de asco. —¿Pero qué es lo que quieres? ¿Por qué sigues viniendo? No entiendo nada —pregunto desconcertada. —Te lo he repetido varias veces, bonita, te necesito a ti, quiero estar cerca de ti. Y tú no necesitas a nadie que no sea solo yo, únicamente me miras a mí ¿entendiste? Así que preferiría que no aceptaras cuando te invite a saliditas de mierda, o esto se va a poner muy feo para él. —sonríe como si no hubiera amenazado a nadie.
Y Sus manos se posan en mi cintura
—¿Pero por qué yo? —digo con un nudo en la garganta —Porque me encantas. Tú puedes hacer que esté a tus pies y que ruegue por mi vida, solo déjate llevar, bonita.
—dice con voz queda mientras se acerca más a mí y mordisquea mi oreja y deja besos por mi cuello. Yo dejo que salga la primera lágrima, él me ve de hito en hito y lame mis lágrimas que han brotado. —Solo déjame ser el primero y el último en tu vida. —Yo levanto la mirada y veo destello de lujuria en sus ojos color carmesí.
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KAORI
Teen FictionKaori tiene una vida normal y tranquila hasta que el rey de la oscuridad aparece, haciendo que cambie su mundo por completo. Ella, al no saber por qué siente esa conexión con él, empezará a buscar respuestas, mientras que por otro lado, querrá tener...