04. 1912

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| Cuando te enamoras de alguien, yo no sé si puedes soltarlo |

| Cuando te enamoras de alguien, yo no sé si puedes soltarlo |

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HOY SERÁ UN MEJOR DÍA... o eso quiero pensar. Puede que tal vez sea un mejor día, quien sabe.

Inicio este día arreglando mi cama, abriendo las cortinas para dejar que la luz solar invada mi cuarto. Me dirijo al baño a cepillarme los dientes, me meto a duchar y después salgo me visto con una falda corta azul, un suéter blanco corto, me dejo mi cabello corto suelto. Me pongo un poco de balsamo en los labios, rimel en las pestañas.

Al estar lista, agarro mi bolsa y mis llaves. Salgo de mi habitación y bajo las escaleras lista para iniciar mi día, me detengo al ver entrar a mi hermana con su ropa de entrenamiento y no era nada malo. Lo que me preocupo fue su cara seria.

—Elena, ¿y esa cara? —mi sonrisa se borró—. ¿Pasó algo?

—Si. Alaric esta encerrado injustamente en la comisaría —me respondió, molesta—. Meredith y la sheriff creen que tiene que ver con los homicidio que ha sucedido en el pueblo. Por ahora dice la sheriff que lo mantendrá encerrado.

Entre abrí mis labios sorprendida.

—Vaya... —fue lo único que dije, esto es demasiado que procesar.

¿Mi día no puede ser mejor?

(...)

Estábamos en el estacionamiento de la plaza, al lado del auto esperando ver a Meredith para intentar hablar con ella y poder que le quite la denuncia que le puso a Alaric para que lo suelten.

—¿Creés que de verdad lo haga? —rompo el silencio que teníamos.

—Tiene que, no podemos dejar a Alaric preso, tenemos que salvarlo —me respondió, seria.

—Tienes razón, hay que intentarlo —asentí, aunque dudo que Meredith quiera aceptar en que lo liberen.

En eso se escucha la puerta de un auto cerrarse.

—Ya llegó —murmuró Elena y pasó por mi lado para ir a donde Meredith.

Yo la sigo atrás.

—Tengo cirugía, lo que vayas a decir en su defensa, dilo ya —habló Meredith, sin dejar de caminar.

Elena me miró y después a Meredith mientras caminabamos.

—No tengo que defenderlo. No hizo nada —le dijo finalmente, Elena.

—¿Cómo sabes? Vives con él y te cuida, pero ¿sabes algo de él realmente?

—Lo suficiente —le contesta con una risa pequeña.

Meredith se detiene y se gira para miararnos.

—Te diré lo que yo sé. Lo arrestaron cuatro veces, antes de cumplir veintiuno. Cuando estaba en Duke tuvo dos ordenes de restricción por su futura esposa Isobel, ¿qué tal?

𝐋𝐨𝐯𝐞 𝐈𝐧𝐦𝐨𝐫𝐭𝐚𝐥 1 [Kol Mikaelson] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora