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-Señorito Park -dijo la recepcionista-

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-Señorito Park -dijo la
recepcionista-.El señor Jeon ya
puede recibirlo.

Me levanté y me dirigí a la puerta de madera oscura. Mi corazón no tendría por qué latir a la velocidad que lo hacía. Yo sabía muy bien quién me esperaba detrás de aquella puerta cerrada. Lo conocía y lo amaba.

Era viernes por la noche y estaba en su despacho porque yo se lo había pedido. Al principio, Jungkook no comprendió el propósito de lo que quería hacer, pero luego acabó accediendo.

Abrí la puerta, crucé el umbral
y le eché una mirada rápida. Tenía
la cabeza inclinada y estaba
tecleando. Cerré la puerta detrás de
mí y me detuve en medio del
despacho.

Me coloqué exactamente en la
misma postura que meses atrás: con las piernas separadas a la anchura
de los hombros, la cabeza gacha y
los brazos caídos a los costados.

Él siguió tecleando.

Habíamos pasado las dos últimas semanas perfilando los detalles de nuestro acuerdo. Nos sentábamos a la mesa de su cocina y discutíamos y negociábamos lo que queríamos los dos.

Explorábamos nuestros límites
personales. Buscamos nuevas palabras de seguridad y decidimos
cuándo y cómo jugar. Al final acordamos hacerlo del viernes por
la noche al domingo al mediodía y
ser como cualquier otra pareja del
domingo por la tarde al viernes por
la noche.

Nuestro primer desacuerdo fue sobre la asiduidad con que llevaría su collar. Yo quería llevarlo todo el tiempo, pero Jungkook no pensaba
lo mismo.

-La última vez lo llevaba cada día -le dije, sin comprender el sentido de hacerlo de otra forma.

-Pero las cosas han cambiado.

-Y eso no lo discuto, pero si lo llevo cada día, podré recordar siempre la conexión especial que hay entre nosotros.

-Entiendo que quieras llevar mi collar cada día, pero ¿aceptarías un consejo de alguien con más
experiencia?

-¿Vas a utilizar la carta de la
experiencia muy a menudo?

-Sí.

Resoplé y me recliné en el asiento.

-Minnie, escúchame. Tanto si quieres admitirlo como si no, ese
collar te pone en un estado de
ánimo muy concreto y yo no quiero
que te sientas de esa forma durante
la semana. Si te pregunto si
prefieres guisantes o zanahorias
para cenar la noche de un martes,
quiero que la respuesta proceda de
Minnie, mi amante, y no de Jimin,
mi sumiso.

-Ya lo sé, pero...

Me quedé en silencio. Tenía parte de razón.

-No voy a imponerte ningún plan alimenticio, ni rutinas de ejercicios, horas de sueño o...

El Sumiso (Kookmin) [ Editando ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora