๑Viajé por el viento๑

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Allí estaba yo, flotando en mi propio mundo, sintiendo como el peso de mi cuerpo era atraído hacia el suelo, pero aún seguía volando como si no hubiera mañana.
«¡¿Espera- Estoy volando?!»

El sonido de un grito, me hizo salir instantáneamente de mis pensamientos, era Yomi quien gritaba con muchísima alegría.
Abrí mis ojos para ver qué pasaba.
Y al abrirlos pude ver un montón de aves las cuales nos llevaban a Yomi y a mí.

-¡Siiiii! ¡Que emocionante- Se podían escuchar los gritos de felicidad de yomi- ¡Ark¡ Despierta. Esto es maravilloso.

-¡Yomi! ¿Que significa esto, que paso con las aves, a dónde nos dirigimos?

-Pues. Te desmayaste y al Desmayarte El ave gigante que mataste se desvaneció en el aire, y de pronto muchas aves empezaron a salir de todos los sitios, fue muy bonito- hablaba con una emoción que se podía notar incluso a kilómetros de distancia- Luego de que aparecieron, nos tomaron a ti y a mí y me dijeron que nos llevarían a su nido.

Lleve mi mano hasta mi cara en señal de decepción- Yomi ¿en algún momento pensaste en que quieren hacer con nosotros esas aves?

-Si te refieres a que podrían comernos. Pues si, pero yo hablé con una de ellas, tienen un pequeño problema y por eso necesitan nuestra ayuda.

-¿Ayuda?- Pregunté con asombroso - ¿Cómo que nuestra ayuda?.

-Pues si tonto, necesitan nuestra ayuda y por eso nos llevan al santuario de las aves.

Por más que Yomi trataba de convencerme de que todo iba a estar bien, mis pensamientos eran diferentes y la herida en mi cara y la sangre en mi mano no ayudaba en nada.
En menos de lo que pensaba ya había llegado al santuario de las aves, un lugar muy hermoso ubicado en una Montana con múltiples cascadas de las cuales brotaba agua dulce que parecía cristal y estaba lleno de aves de todos tamaños y colores. Debo admitir que ese lugar producía paz, tranquilidad y serenidad, pero mis nervios no acababan y aún tenía mi lanza firmemente apretada por si algo llegaba a pasar.

De pronto una gran ave de varios colores en su plumaje descendió planeando desde una de las cascadas que allí había, sus plumas eran de un hermoso color rojo intenso, y desprendía colores de azul,verde, amarillo y lila.

-Oh joven guerrero, ah sido convocado por el rey de las aves- Dijo con vos firme y serena- Le recomendaría que dejara su arma acá y me acompañe a dónde su majestad.

«Ah no, mi lanza no, sabrá Dios que piensan hacer con mi pequeño cuerpo»

Justo cuando iba a replicar sobre que no pensaba ir sin la lanza en mano, Yomi salió de la nada quitándome la de un solo movimiento y llevándola consigo hasta la punta de una cascada donde solo las aves podían llegar.

«Maldita rata»- dije en mi mente mientras veía como Yomi se burlaba- Ok, iré contigo, pero donde quieran pasarse de listos, los haré pedazos a si sea con mis puños limpios.

El ave movió la cabeza de arriba a abajo en señal de aceptación, y nos fuimos hasta la parte más alta de una cascada.
Al llegar pude notar la diferencia entre ambos sitios del santuario, la parte de las cascadas estaba llena de pájaros pequeños en comparación con estos.. eran grandes y amenazantes, mi valor se había convertido en miedo en cuestión de segundos.
Luego de sobrevolar todo el lugar, aquella ave me dejó en un pequeño matorral.

-¿Ve esas escaleras de piedra, sostenidas por las lianas? Tiene que subir por allí para llegar a dónde el rey de las aves.

«¿Porque simplemente no me lleva hasta allá, estás aves»

Deje fluir mis pensamientos, no quería que me atacarán y yo indefenso.
Empeze a subir, odio tener que escalar eso es algo que ya eh hecho mucho.

Luego de aquella "pequeña" escalada, llegué ante una gran figura de color rojizo con colores muy cálidos y unas garras que intimidaban a cualquiera.

Terranigma La creación de la tierra y el cielo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora