❝Todo era una apuesta. Un juego. Porque ¿Quién iba a enamorarse de ese omega tan triste y monocromo?❞
✦𓂃 Adaptación, créditos a @Hobibuba.
✦𓂃 Omegaverse, poliamor.
✦𓂃 Angst, fluff, drama.
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Kunikuzushi se sentía demasiado cómodo, como si estuviera durmiendo en una nube suave que lo acogía por completo, que lo envolvía y lo protegía de todo lo malo en el mundo.
Nunca se sintió así. Nunca durmió tan bien.
Podía sentir una suave respiración en su nuca, pero qué importaba, los brazos de Kazuha eran calentitos, perfectos, lo envolvían con una facilidad que no hubiera creído posible. Su instinto omega murmuró que nunca quería salir de allí, que ese lugar era algo que no podría encontrar en ninguna otra parte.
No. Si había otro lugar como ese.
La noche en que Ajax lo atacó, Heizou lo envolvió con sus brazos cuando se quebró por completo y, extrañamente, se sintió como en ese momento. Como si un simple abrazo fuera lo que necesitara para protegerlo de todo, para cuidarlo de las cosas malas en el mundo.
¿Por qué Heizou y Kazuha tenían que abrazarlo de esa forma?
No lo sabía. No le importaba. Solo quería que lo abrazaran así a él, aunque sonara egoísta, aunque no estuviera en una posición decente para exigir aquello.
Se giró, abrazando a Kazuha de frente, enterrando su rostro en su pecho y suspiró para seguir durmiendo, llenándose con el fuerte olor alfa que exhalaba y lo envolvía completamente.
—¿Qué mierda significa esto?
Abrió sus ojos con el terror invadiéndolo, sentándose bruscamente sobre la cama, y echó a un lado los brazos de Kazuha, como si hubiera estado cometiendo un delito.
No, no, no, ¿por qué?
Dottore lo observaba desde bajo del marco de la puerta con furia mal disimulada.
— Yo...
— Que gran despertar, Kuni.
Kazuha frotó sus ojos, sentándose también, aún amodorrado. Kunikuzushi no dijo algo, liberando inconsciente sus feromonas evidentemente del miedo que sentía.
El de cabello albino frunció el ceño, levemente confundido, antes de mirar hacia la puerta. Su expresión cambió un poco, no demasiado, en señal de comprensión: estaba con Kunikuzushi en una situación un poco comprometida y ese era el alfa que habitaba en la casa.
—No pasó nada —soltó, dejando salir un bufido.
Dottore apretó su mandíbula.
—¿Tienes un novio, Kunikuzushi? —preguntó ácidamente, con veneno en su voz.
El chico negó con fuerza, demasiado asustado para decir algo. Para poder sacar su voz, tratar de defenderse.
—Somos amigos —explicó Kazuha de pronto, notando el ambiente tenso.
Ese alfa de cabello turquesa, con algunas canas, lo miró. Parecía que quería estrangularlo con la mirada.
—Soy Dottore, el padrastro de Kunikuzushi—se presentó, sin acercarse—. Comprenderás por qué... me preocupa esto. Kunikuzushi tiene diecisiete años, ya ves, y no quiero que se aprovechen de él.
