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Kunikuzushi ni siquiera sabía por qué estaba reaccionando así ante los dos mensajes que le llegaron a su celular

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Kunikuzushi ni siquiera sabía por qué estaba reaccionando así ante los dos mensajes que le llegaron a su celular.

Oculto bajo las sábanas, pasada la medianoche, sus ojos se enfocaron en los remitentes de los mensajes. Heizou le decía que podían salir a una pista de patinaje, y Kunikuzushi lo mandó al diablo, obteniendo como respuesta enseguida un emoticón llorando. Mientras, Kazuha le invitaba a verlo jugar un partido, para demostrarle sus habilidades dentro de la cancha, y también lo mandó al diablo, teniendo la misma respuesta.

No podía evitarlo, y soltó una risa suave por sus reacciones. Sin embargo, la risa se transformó en un quejido debido a su costado adolorido. Había pasado más de una semana, pero todavía esa zona seguía muy sensible por el golpe que Dottore le dio.

El recuerdo provocó que su estómago se contrajera en nervios. El alfa parecía estar más encima de él que nunca, así que Kunikuzushi debía tener especial cuidado de no responder ningún mensaje a Kazuha o Heizou que pudiera incriminarlo. Lo que menos quería ahora era provocarlo, porque sabía que iba a acabar mal.

Por eso mismo, Kunikuzushi debería ser sensato y alejarse de esos dos alfas. Debería bloquearlos de su móvil y pedirles que no se le acerquen más, que eso debía llegar hasta allí. Kunikuzushi debería resignarse a la vida que le tocó tener, y dejar que el destino le llevara hasta su fin.

Pero no puede hacerlo. Una parte de Kunikuzushi, esa parte rebelde y que es soñadora, esa parte que no es monocroma, tiene esperanzas de un futuro mejor. Eso lo hacía terrible, ya que sabía que cuando la realidad lo golpee, las heridas serían más profundas y dolorosas. Debería evitar el dolor.

Sin embargo, quiere pensar que Heizou y Kazuha no le iban a provocar dolor. Su omega, ese omega tembloroso e inseguro, quiere el afecto que esos alfas se ofrecían a entregarle. Kunikuzushi los odia. Y los quiere un poquito, lo que provoca más problemas. No sólo por quererlos, sino por quererlos a los dos.

Kunikuzushi quiere la voz suave y ronca de Kazuha contra su oído, mientras le acaricia la mejilla con esas marcadas manos de largos dedos. Kunikuzushi quiere los labios gruesos de Heizou en su cuello, sobre su glándula de feromonas, con ese delgado, pero fuerte cuerpo rodeándolo. Kunikuzushi los desea a los dos, por lo que todo es más grave aún.

Un omega no puede tener dos alfas, era irrisorio y estúpido. Los alfas son posesivos, celosos, así que van a pelearse por la atención del omega, provocando una pelea que podía terminar en resultados desastrosos. Kunikuzushi sabía que ellos eran amigos, ¿cómo iba a meterse en medio? Además, ¿por qué ellos iban a cortejarlo?

Sí, porque sumado a todos esos problemas, estaba otro muy importante: ellos eran de clase alta, mientras que Kunikuzushi sobrevivía apenas con lo que su madre y él ganaban en sus trabajos. Dottore, de vez en cuando, aparecía con algún billete, pero no más allá de eso. No es como si los matrimonios entre distintas clases estuvieran prohibidos, podían ocurrir, pero no es normal.

! Monocromía  ♡︎  ་   ་ HeikazuscaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora