- Si yo fuera tú, lo habría golpeado.- Escucho como lo dice mientras sigo pasando las hojas ya revisadas.
- Lo sé, pero si alguien te salva de un posible secuestro, lo que menos se me ocurre es golpearle.
Puedo saber que suspiró por el gran soplo de aire que quizá se habría escuchado hasta la zona del norte.
- Pero también te ha pedido hacerlo, ¡DESPUÉS DE SALVARTE!
- De todos modos lo he ignorado, relájate.- Al terminar la frase, puedo oír como la puerta se abre y mi asistente entra.
- Saludos, Señorita ____ y señorita Zoe, lamento la interrupción, pero un chico pelirubio con una moto roja la está buscando.
- Y el imbécil aparece.- Zoe se levanta para ir a confrontarlo, claramente lo reconoció porque lo he descrito bien, me alegro.
- Zoe, espera. No hagas nada arriesgado.- Advierto.
Veo como me mira y luego sale de la habitación, iba a dejarla ir sola, pero... Me preocupaba que aquel chico vaya a soltar un comentario calenturiento con ella ahí.
Seguramente lo mataba.
Me dirigí hacía la puerta para salir y encontrarme con ellos. Así hice y lo que ví fue algo... ¿Raro?
Zoe se reía fuertemente de algo que el pelirubio decía, se veía roja de tanta risa.
No voy a mentir, me sentí algo extrañada de esa reacción.
- ¿Qué sucede? - Formulé una pregunta al momento que llegué.
- Deberías... Escuchar lo que.. dice el pelirubio imbécil..- Decía entre jadeos por la falta de aire, se nota que era muy gracioso.
Puse mi mirada en el pelirubio y vi cómo hacía un puchero, se veía muy lindo e inocente, no se parecía en nada al tipo que conocí anoche, un chico agresivo con esos secuestradores.
- ¿Y bien? - Mencioné al sentir que se había marcado un gran silencio donde solo se podía diferenciar la risa de Zoe.
- Primero, no es mentira. Segundo, simplemente mi amigo solo reacciona contigo. Puedes considerarte especial..- Luego de decir lo último, sentí su respiración en mi rostro, se acercó.
- Claro, claro...- Lo alejé, apartando su rostro con mi dedo. No entendía lo que decía este tipo.
Esperé a que hablara, Zoe ya se había recuperado y carraspeó.
- Cuéntale.
- La cosa es que Ryuhei Jr no se levanta sin ti.- Señaló su parte baja.
Al primer momento no entendí, pero luego... no hay emoji que describa mi cara.
- Está bien... Supongo. Bueno me retiro, no tengo mucho tiempo.
Sentí como me agarró el brazo y me atrajo a él.
- Por favor, te necesito cerca.
- Uy.. Bueno, chau.- Zoe se fue.
Sí, mi gran amiga.
- Pelirubio, si no me sueltas, llamaré a mi asistente.
- No me llamo "pelirubio", mi nombre es Ryuhei Kuroda. Pero tú puedes llamarm-
- Bueno, señor Kuroda, debería dejarme en paz.- No dejé que termine su frase, sabía que diría un piropo barato.
Pude sentir como su mano tocaba mi cintura, masajeando con su dedo pulgar.
- ¿Sabes? Una chica linda como tú, debe tener a su guardaespaldas.
- Lo tengo.
- Que envidia.
- Podría contratarte si me sueltas.- Propuse, aunque obviamente era una mentira, como todos les dicen... Mentira piadosa.
- ¿En serio? Bien.- Me soltó enseguida.
Me sorprendió eso, aunque al ver que fue algo instantáneo, dudé en decirle que era mentira. Así que acepté.
Los días pasaron y empezaba a pensar que era desagradable tener a un chico detrás mío. Además de que era guapísimo...
No es que fueran... Celos o lo que sea que me haya dicho Zoe, simplemente me molestaba cuando una chica iba a pedirle el número.
- ¡Hey! Me podrías dar-
- No, no puede.- Ya irritada, tomé la mano de Ryuhei y caminé con él hasta el vehículo.
- Nunca creí verte tan enojada, princesa.
Se había vuelto una costumbre que me estuviera llamando por apodos cariñosos y empalagosos de vez en cuando.
- Me molesta, dejemos el tema.- Al decirlo no lo miré, pero pude ver cómo el chófer subía y ventanilla para darnos "privacidad"
Sentí su mano tocar mi pierna, para nada discreto.
- ____... ¿Qué tal si te aclaro que solo me interesas tú?- Me miró a los ojos, estaba tan cerca que podría besarlo.
- Yo...
Al carajo, nadie iba a vernos de todos modos.
Agarré su cara entre mis manos y lo empecé a besar, al momento siento como me empieza a empujar, acostandome.
- ¿Al final sí estabas celosa?
- Cállate, Ryuhei.- Luego sentí que sus labios tocaban los míos nuevamente.
Su rodilla separaba mis dos piernas, la falda tubo que tenía ya no estaba.
Después de eso, Ryuhei pasó de ser mi guardaespaldas a mi simple acompañante.
- ¿Ya te he dicho que estás muy linda, querida ___?- preguntó al verme con el uniforme del trabajo.
- Sí, es como la séptima vez que lo dices.
- Me alegro que lo recuerdes.- Se acercó a mí y sentí como sus manos tocaban mi cintura.
- Ryuhei... Sabes que en el trabajo no se podrá, Zoe puede-
Al parecer, tengo poderes, porque al instante ví como la mencionada entró y yo (como una reacción instantánea) empujé a Ryuhei.
- ¡Zoe!
- Oye, ¿Por qué empujaste a Kuroda?
- Pues...- Lo miré y suspiré.
Me límite a abrir la boca, pero las palabras no salían.
- Si son novios, ¿No debe estar pegados como goma?
Eso me sorprendió, Zoe no sabía nada.
- ¿Quien te lo ha dicho?
- Nadie, ustedes que no son discretos.
Y yo que pensaba que era un espía.
- Bueno... ya lo sabes.
Ryuhei se levantó y me abrazó por detrás.
- Si lo sabes, déjame un rato con mi novia, que estaba en medio de algo.- Sentí que Ryuhei Jr se levantaba.
- Claro, claro..- Ví como Zoe salía y al instante, mi uniforme yacía en el suelo.
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Ryuhei mi marido y amor único en la vida.
Amé escribir este capítulo (que no se note)
Quizá el siguiente capítulo se publique en tres meses.... ES BROMA, quizá mañana, cuando no me envíen tarea.
En fin, ¿Quién sabe convertir un número con potencia fraccionaria a raíz?
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Vɪʀᴀʟ ʟᴏᴏᴋɪꜱᴍ -> Oɴᴇ-ꜱʜᴏᴛꜱ
Teen FictionUnas historias variadas de los webcomics de Taejoon Park, o bueno, dos de sus webcomics, los personajes no me pertenecen, solo me pertenece la poca imaginación que se usó para hacer la historia.