Juguetes para adultos |YM| +21

Cinco

Han pasado exactamente tres semanas desde que mi sexy vecino vino a mi consultorio con un vibrador roto en el ano, pidiendo que lo sacara y terminé follándolo contra la pared.

Mi fantasía hecha realidad.

Justo ahora estoy otra vez en la guardia nocturna y hace un momento terminé una importante cirugía de emergencia. A algunas personas les gusta jugar a ser Houdini y tragarse cualquier cosa que después yo tengo que sacar por un agujero en sus estómagos antes de que mueran asfixiados o con los intestinos rotos. Quiero descansar por un momento antes de hacer la ronda de vigilancia a los demás pacientes del piso y terminar mi turno.

—Doctor Min —Me llama en voz alta la enfermera Sunny desde la estación de enfermería.

—Sí, Sunny.

—Tiene un paciente esperando en su consultorio.

Justo a esta hora.

¿Qué tiene la gente en la cabeza? Las emergencias son en el primer piso, no aquí.

Arrastro los pies hasta el consultorio y al abrir la puerta está Jimin sentado sobre la camilla, viendo en mi dirección.

—¿Qué sucede, Jimin? ¿Qué haces aquí a esta hora? ¿Estás bien?

—Se le extrañaba en casa, doctor Min.

¡Ah! Olvidé decir, que, desde esa noche, hace tres semanas, Jimin y yo empezamos a salir y cuando no estoy de guardia en las noches, jugamos a los doctores en mi departamento o el suyo.

—¿De verdad, paciente Park? ¿Qué tanto? —cuestiono con una sonrisa de lado.

—Pues... tanto que tuve que ponerme a jugar sólito y ocurrió un accidente.

—¿Un accidente?

—Sí —responde con inocencia fingida. Se baja de la camilla y tira de sus pantalones hasta el suelo, se gira e inclina un poco el cuerpo.

—Estaba usando mis juguetes y este se quedó atascado allí y ahora no puedo sacarlo. Me puede ayudar, doctor Min. Por favor.

¡Y un carajo!

Jimin tiene un plug metido en el culo, con la base en forma de diamante; y se nota que es muy, muy grande.

Me mira por sobre el hombro y bate tiernamente sus largas pestañas.

—El doctor Min va a ayudarte, precioso. Vamos a sacar ese juguete de tu lindo culito y luego vas a ser un buen paciente y dejarte follar por tu doctor.

Tres semanas han sido muy poco, para probar todos los juguetes que Jimin ha comprado durante un tiempo, incluyendo los que yo le he regalado desde entonces. Esta es la tercera vez que llega aquí durante mi turno, luego de tener un accidente con alguno de sus juguetes y yo como buen doctor me dedico a atenderlo.

Porque ambos amamos los juguetes para adultos.